LONDRES.- Los reguladores globales propusieron normas más estrictas a partir
del año 2019 para impedir que los grandes bancos acumulen un alto nivel
de riesgo en sus cuentas, lo que los hace vulnerables en caso de que un
cliente importante se desplome.
En un intento de ganar transparencia en los activos bancarios y
facilitar el rápido accionar de los reguladores en situaciones de
crisis, el Comité Global de Supervisión Bancaria de Basilea está
proponiendo reglas mucho más estrictas sobre la exposición de los bancos
a otros bancos.
El objetivo también es garantizar a los mercados que cuando un
banco esté en problemas, la exposición de otros prestamistas al mismo
sería relativamente limitada para evitar el contagio que se produjo
durante la crisis financiera de 2008/09.
Las grandes pérdidas de algunos bancos en concepto de acciones
respaldadas por activos en 2008 llevaron a los inversores a retirar los
fondos de una amplia gama de prestamistas, lo que aumentó la
inestabilidad de los mercados.
Los líderes de las principales 20 economías del mundo -integrados
en el G20- pidieron al comité en el punto más álgido de la crisis en
2009 que reforzara las normas bancarias para volver más seguros a los
mercados.
Basilea ahora propone imponer un límite de exposición más
estricto a los grandes bancos y una exigencia de informes más detallados
sobre estas exposiciones.
"Esto es para garantizar que el estándar de grandes exposiciones
es efectivo y consistente para los bancos internacionalmente activos",
dijo un comunicado del comité.
"Sobre esta base, las violaciones al límite deberían ser hechos
excepcionales, comunicados inmediatamente al supervisor y, normalmente,
rápidamente rectificados", agregó.
Basilea dijo que los bancos muy grandes solo tendrían permitido
realizar negocios con otro banco de tamaño similar con un límite marcado
por el equivalente del 10-15 por ciento de su capital estructural, muy
por debajo del tope del 25 por ciento recomendado en el presente.
Expertos financieros dicen que las nuevas normas podrían tener un
impacto negativo para los grupos bancarios globales que hacen negocios
con sus grandes entidades subsidiarias en todo el mundo.
Las nuevas reglas entrarían en efecto el 1 de enero de 2019,
cuando los bancos tendrán que cumplir con todas las otras exigencias de
capital de Basilea.
Basilea indicó que los supervisores considerarían pedir a los
bancos que empiecen a informar de las grandes exposiciones antes de 2019
para identificar si están teniendo dificultades para adaptarse al nuevo
régimen.
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