BRASILIA.- Los programas sociales que sacaron de la pobreza a
unos 40 millones de brasileños en poco más de una década serán desde hoy
un "modelo" para el Banco Mundial (BM) y la ONU, que los recomendarán
como "referencia" para los países en desarrollo.
Según un acuerdo firmado hoy en Brasilia por el BM, el Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Gobierno de Brasil,
esos proyectos serán parte fundamental de la "Iniciativa de Conocimiento
e Innovación para la Reducción de la Pobreza", que se ofrecerá a otros
estados que aún luchan contra la miseria.
"Así como lo hizo en su momento con sus planes contra el sida, que
fueron una revolución y sirvieron de inspiración al resto del mundo,
Brasil ahora da lecciones de solidaridad con sus programas sociales y
con la inclusión de millones de personas", declaró el presidente del BM,
Jim Yong Kim.
Brasil, en opinión del funcionario de origen surcoreano, "ha
descubierto el 'Santo Grial' de la inclusión social", con planes que han
integrado la distribución de renta con la promoción del empleo y
mejoras en la salud, la educación y las infraestructuras.
Según Kim, este país es la prueba de que el crecimiento económico "es
importante", pero más lo es cuando va acompañado de un "acento social",
que consideró "crucial" para impedir la "inestabilidad" y hacer que un
mejor desempeño económico beneficie a toda la población y, en especial, a
los más pobres.
Las bases de los programas aplicados en este país se concentran en el
plan conocido como "Brasil sin Miseria", anunciado en 2011 por la jefa
de Estado, Dilma Rousseff, que agrupó y amplió diferentes proyectos de
apoyo a los más pobres implantados desde el año 2000.
Mediante esos planes, que comenzaron en el Gobierno de Fernando
Henrique Cardoso, se profundizaron durante los dos mandatos de Luiz
Inácio Lula da Silva y se ampliaron con Rousseff en el poder, Brasil ha
podido rescatar de la pobreza a cerca de 40 millones de personas, según
datos oficiales.
Estos planes abarcan diversas medidas de apoyo financiero para
personas de bajos recursos tanto en los grandes centros urbanos como en
el campo, otras destinadas a mejorar el acceso a la educación y la salud
y también iniciativas dirigidas a la construcción de viviendas dignas,
dotadas de los servicios básicos necesarios.
Conforme al acuerdo alcanzado hoy, la experiencia brasileña será
recogida en un banco de datos que el BM y el PNUD promocionarán en el
mundo como un "modelo a imitar" y que tendrá asesoría técnica del
Gobierno de Rousseff.
En una rueda de prensa tras la firma del acuerdo, el presidente del
BM restó importancia al frenazo de la economía de Brasil el año pasado,
cuando el crecimiento sólo fue del 0,9 por ciento.
"Entendemos la decepción que eso significó para muchos, pero tuvo que
ver más con aspectos externos que internos y pensamos que habrá una
recuperación para este año", dijo Kim, quien coincidió con algunos
expertos que vaticinan que la economía brasileña tendrá en 2013 una
expansión de en torno al 3,5 por ciento.
"Creemos en una recuperación y en que las inversiones actuales (sobre
todo en el área de las infraestructuras) sentarán las bases para
retomar el crecimiento", puntualizó.
El presidente del BM, quien inició una visita a Brasil este lunes en
el estado nororiental de Bahía, se reunió después con el ministro
brasileño de Hacienda, Guido Mantega, con quien trató de la posibilidad
de cooperar en la creación de un nuevo índice vinculado a los títulos
públicos emitidos por el país.
Kim tenía previsto un encuentro con Rousseff, pero, según dijeron fuentes oficiales, finalmente fue cancelado por "problemas de
agenda" de ambos.
Su última actividad oficial en Brasilia será por la noche, cuando
asistirá a una ceremonia en el Congreso, y luego viajará hacia Río de
Janeiro, donde mañana visitará un centro de gestión y control de
desastres y se reunirá con las autoridades locales.
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