PARÍS.- La presión fiscal sobre el empleo en España
alcanzó de media en 2012 el 41,4% para un trabajador sin hijos, lo que
supone un incremento de 1,42 puntos porcentuales respecto al año
anterior, la mayor subida registrada entre los países de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En un adelanto de la última edición de su informe anual 'Taxing
Wages', la OCDE explica que este repunte de la presión fiscal sobre el
empleo en España obedece a unos "mayores impuestos sobre la renta" en
2012 y le sitúa en el puesto 12 de 34 del conjunto de países miembros de
la organización (en orden descendente).
El Gobierno aprobó para los años 2012 y 2013 una subida progresiva
de los tipos del IRPF, con una escala que contempla un incremento del
0,75% para el primer nivel de renta y hasta el 7% para los ingresos que
superen los 300.000 euros de base liquidable.
La agencia destaca además que la carga fiscal sobre el empleo en
2012 se ha incrementado en 2,8 puntos porcentuales en comparación con el
año 2000, cuando era del 38,6%, y en 3,1 puntos porcentuales en
relación a 2009, cuando era del 38,3%.
Esta tendencia contrasta con la registrada de media en el conjunto
de la OCDE, ya que ha descendido en 1,1 puntos porcentuales en
comparación con el año 2000, desde el 36,7% hasta el 35,6%, y ha
aumentado en seis décimas en relación al año 2009.
Asimismo, destaca el caso de las parejas casadas con dos hijos y
una única fuente de ingresos, para quienes la presión fiscal ha
aumentado en 3,1 puntos porcentuales en comparación con el año 2000 y en
tres puntos porcentuales respecto a 2009, cuando en el conjunto de la
OCDE ha descendido en 1,6 puntos y aumentado en 1,1 puntos,
respectivamente.
La OCDE explica que la carga fiscal sobre los ingresos de los
trabajadores aumentó en 2012 en 19 de los 34 países de la OCDE, mientras
que la media del conjunto de la organización se incrementó una décima
en el último año, hasta el 35,6%.
Junto a España, Polonia (1,19 puntos porcentuales), Eslovaquia
(0,8 puntos porcentuales) y Países Bajos (0,6 puntos porcentuales)
fueron los países donde se registraron los incrementos más
significativos de la presión fiscal, aunque en su caso este repunte
obedece tanto a la subida de los impuestos como de las contribuciones a
la Seguridad Social.
Por el contrario, en Portugal (-1,26 puntos porcentuales), Grecia
(-0,47 puntos porcentuales), Suiza (-0,41 puntos porcentuales) y Reino
Unido (-0,33 puntos porcentuales) se produjeron los mayores descensos.
Asimismo, Bélgica (56%), Francia (50,2%), Alemania (49,7%) y
Hungría (49,4%) registraron la mayor presión salarial para los
trabajadores individuales sin hijos, mientras que Chile (7%), Nueva
Zelanda (16,4%) y México (19%) la menor.
En el caso de las familias con dos hijos y una sola fuente de
ingresos, los países con mayor presión salarial fueron Francia (43,1%),
Grecia (43%) Bélgica (41,4%) e Italia (38,3%), mientras que la menor
cargo salarial tuvo lugar en Nueva Zelanda (-0,6%), Irlanda (6,4%),
Chile (7%) y Suiza (9,5%). La media de la organización es del 26,1%.
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