BRUSELAS.- El presidente del Eurogrupo, Jeroen
Dijsselbloem, ha dado marcha atrás y ha dejado claro que los términos
del rescate pactado para Chipre que impone fuertes quitas a los
depósitos no garantizados no constituye un modelo para abordar futuros
casos de reestructuración bancaria en la eurozona.
Tras asegurar en declaraciones al Financial Times que el
plan de rescate acordado representa un nuevo modelo para resolver los
problemas bancarios de la zona euro, Dijsselbloem ha aclarado que el
caso de Chipe es "específico" y que "no hay modelos ni plantillas
utilizadas" para los distintos programas de rescate, que se elaboran a
la medida de la situación del país afectado.
"Chipre es un caso específico con desafíos excepcionales que
requieren las medidas de 'autorescate' que hemos acordado", ha explicado
el presidente del Eurogrupo en un escueto comunicado.
"Los programas de ajuste macroeconómico están hechos a la medida
de la situación del país afectado y no hay modelos ni plantillas
utilizadas", ha precisado Dijsselbloem en la nota.
Las declaraciones del presidente del Eurogrupo han sido recibidas
negativamente en los mercados europeos, que se han dado la vuelta tras
publicarse la entrevista. En concreto, el Ibex 35 se ha dado la vuelta
al cierre de la sesión y se ha dejado un 2,27%, lo que ha llevado al
selectivo a situarse en los 8.140,6 puntos, la mayor caída desde el 26
de febrero.
"Lo que hemos hecho la última noche es lo que yo llamo hacer
retroceder los riesgos", dijo Dijsselbloem en una entrevista al rotativo 'Finantial Times', horas después de rubricar el acuerdo de
rescate para Chipre, que supondrá la liquidación del segundo mayor banco
del país (Laiki) y la imposición de fuertes quitas a los depósitos no
garantizados.
"Si se aprecia riesgo en un banco, nuestro primer planteamiento
debería ser: 'De acuerdo, ¿qué va a hacer el banco al respecto? ¿Qué
puede hacer para recapitalizarse a sí mismo? Si el banco no puede
hacerlo, hablaremos de los accionistas y los bonistas, les pediremos que
contribuyan a recapitalizar la entidad y, si fuera necesario, también a
los depositantes no garantizados", añadió.
Al ser cuestionado por las implicaciones de este nuevo modelo para
países como Malta o Luxemburgo, con unos sistemas bancarios altamente
endeudados, o para países con dificultades en el sector, como Eslovenia,
el ministro holandés indicó que deberían reducir el tamaño de sus
entidades.
"Supone afrontarlo antes de verte en problemas. Fortalecer tus
bancos, sanear sus balances y comprobar si hay bancos en problemas, la
respuesta ya no será automaticamente que vendremos y te quietaremos los
problemas. Los haremos retroceder. Esa es la primera respuesta que
necesitamos. Hacerlos retroceder. Tú los afrontas", explicó en
declaraciones al 'FT'.
Después de doce horas de negociaciones, los representantes de la
'troika' y el Gobierno de Chipre acordaron este domingo el cierre del
segundo mayor banco del país, Laiki, con la transferencia de los
depósitos garantizados, aquellos inferiores a 100.000 euros, al Bank of
Cyprus, la mayor institución del país, mientras los depositantes no
garantizados deberán afrontar pérdidas de 4.200 millones.
Asimismo, los depositantes no garantizados, cuyos depósitos
superen los 100.000 euros, verán sus cuentas congeladas en Bank of
Cyprus mientras se analizan las necesidades de capital de la entidad,
que en caso de ser necesario serían cubiertas con los depósitos por
encima de 100.000 euros.
Este acuerdo, conocido como 'autorrescate', implica que
accionistas y tenedores de bonos de las entidades se vean forzados a
soportar los costes de la reestructuración en primer lugar, seguidos de
los depositantes no garantizados, lo que supone un radical cambio en la
política de la eurozona cuando se cumplen tres años de crisis en los que
los contribuyentes de la región han sufragado los cuantiosos rescates
acometidos.
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