CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco ha pedido "paz a todo el
mundo, aún tan dividido por la codicia de quienes buscan fáciles
ganancias, herido por el egoísmo que amenaza la vida humana y la
familia, desgarrado por la violencia ligada al tráfico de drogas, la
trata de personas y la explotación inicua de los recursos naturales",
durante su mensaje pascual después de celebrar la Misa del domingo de
Pascua de la Resurrección del Señor en la Plaza de San Pedro y al
terminar ha impartido la bendición Urbi et Orbi desde el balcón central
de la Basílica Vaticana.
El Papa Francisco ha pedido por la paz en Oriente Próximo "en
particular entre israelíes y palestinos, que tienen dificultades para
encontrar el camino de la concordia, para que reanuden las negociaciones
con determinación y disponibilidad, con el fin de poner fin a un
conflicto que dura ya demasiado tiempo". También ha solicitado la paz
para que en "Iraq cese definitivamente toda violencia, y, sobre todo,
para la amada Siria, para su población afectada por el conflicto y los
tantos refugiados que están esperando ayuda y consuelo".
Además, ha rezado por la paz en África que es "escenario aún de
conflictos sangrientos", por Malí "para que vuelva a encontrar unidad y
estabilidad", por Nigeria "donde lamentablemente no cesan los atentados,
que amenazan gravemente la vida de tantos inocentes, y donde muchas
personas, incluso niños, están siendo rehenes de grupos terroristas",
por el este de la República Democrática del Congo y la República
Centroafricana "donde muchos se ven obligados a abandonar sus hogares y
viven todavía con miedo".
También, ha solicitado la paz en Asia "sobre todo en la península
coreana, para que se superen las divergencias y madure un renovado
espíritu de reconciliación". Así, el Papa Francisco ha solicitado por la
"paz a todo el mundo, aún tan dividido por la codicia de quienes buscan
fáciles ganancias, herido por el egoísmo que amenaza la vida humana y
la familia, desgarrado por la violencia ligada al tráfico de drogas y de
personas y la explotación inicua de los recursos naturales" y ha
agregado: "Paz a esta tierra nuestra" para que "Jesús Resucitado traiga
consuelo a quienes son víctimas de calamidades naturales" así como ser
"custodios responsables de la creación".
El Pontífice ha señalado que es una "gran alegría" al comienzo de
su ministerio poder anunciar que "Cristo ha resucitado" y ha destacado
que querría "llegar a todas las casas, a todas las familias,
especialmente allí donde hay más sufrimiento, en los hospitales, en las
cárceles" para llegar "sobre todo al corazón de cada uno, porque es allí
donde Dios quiere sembrar esta Buena Nueva".
En este sentido, el Papa ha remarcado "Jesús ha resucitado, hay
esperanza para ti, ya no estás bajo el dominio del pecado, del mal. Ha
vencido el amor, ha triunfado la misericordia" y ha explicado que el
evento de la resurrección significa que "el amor de Dios es más fuerte
que el mal y la muerte misma, significa que el amor de Dios puede
transformar nuestras vidas y hacer florecer esas zonas de desierto que
hay en el corazón".
Además, el Pontífice ha destacado que "Jesús no ha vuelto a su
vida anterior, a la vida terrenal, sino que ha entrado en la vida
gloriosa de Dios y ha entrado en ella con nuestra humanidad" y así "ha
abierto a un futuro de esperanza" porque la Pascua es "el paso del
hombre de la esclavitud del pecado, del mal, a la libertad del amor y la
bondad. Porque Dios es vida, sólo vida, y su gloria es el hombre vivo".
A su vez, el Papa Francisco ha remarcado que como "Cristo murió y
resucitó una vez para siempre y por todos, pero el poder de la
resurrección, este paso de la esclavitud del mal a la libertad del bien,
debe ponerse en práctica en todos los tiempos, en los momentos
concretos de la vida, en la vida cotidiana" ya que el ser humano debe
atravesar 'desiertos' también hoy.
En concreto, el Pontífice ha destacado que el hombre debe
atravesar "sobre todo el desierto que está dentro de él, cuando falta el
amor de Dios y del prójimo, cuando no se es consciente de ser custodio
de todo lo que el Creador ha dado y da" pero ha agregado que "la
misericordia de Dios puede hacer florecer hasta la tierra más árida,
puede hacer revivir incluso a los huesos secos".
En este sentido, el Papa Francisco ha invitado a todos a "acoger
la gracia de la Resurrección de Cristo" para dejarse "renovar por la
misericordia de Dios".
"Dejemos que la fuerza de su amor transforme
también nuestras vidas; y hagámonos instrumentos de esta misericordia,
cauces a través de los cuales Dios pueda regar la tierra, custodiar toda
la creación y hacer florecer la justicia y la paz", ha señalado.
Así, el Pontífice ha pedido a Jesús resucitado transformar "la muerte
en vida, que cambie el odio en amor, la venganza en perdón, la guerra
en paz. Sí, Cristo es la paz" y ha implorado que por medio de él "la paz
para el mundo entero".
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