NUEVA YORK.- Ni el inicio de la aplicación de los recortes al gasto
público de Estados Unidos ni las medidas de China para elevar los
controles al sector inmobiliario frenaron hoy el hambre compradora de
Wall Street, que firmó el segundo mayor cierre de su historia.
El Dow Jones de Industriales, el índice de referencia del parqué
neoyorquino, logró deshacerse de las pérdidas con las que había
arrancado esta primera jornada de la semana y terminar con un ascenso
del 0,27 % ó 38,16 puntos para acabar en las 14.127,82 unidades.
Ése supone su nivel más alto desde el 9 de octubre de 2007, cuando
marcó el que hasta ahora supone su máximo histórico: los 14.164,53
enteros obtenidos antes del estallido de la crisis más profunda y
prolongada en EEUU desde la Gran Depresión de los años 30.
Ese indicador, que el pasado viernes logró su mayor nivel en más de
cinco años, da así un paso más en su concienzudo camino hacia la
conquista de un nuevo récord.
Parecidas fueron las cosas para los otros dos principales indicadores
de Wall Street, el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del
mercado Nasdaq, que borraron los números rojos de la jornada para acabar
con unas subidas del 0,46 y el 0,39 %, respectivamente.
Los inversores neoyorquinos consiguieron así ignorar otra vez los
recortes presupuestarios en EEUU por valor de 85.000 millones de dólares
que entraron en vigor el viernes pasado y se aplicarán de forma
paulatina hasta octubre, provocando, según el presidente del país,
Barack Obama, la pérdida de 750.000 empleos.
El mandatario estuvo presionando este fin de semana a los líderes
republicanos y demócratas del Congreso para tratar de alcanzar un
acuerdo que frene la implementación de los recortes, pero, según declaró
posteriormente el líder republicano de la Cámara de Representantes,
John Boehner, no hubo avances.
En todo caso, Boehner se mostró "absolutamente" seguro de que el país
será capaz de esquivar una nueva crisis presupuestaria, la que se
desatará, de no alcanzar un acuerdo, el 27 de marzo, cuando se agotan
buena parte de los fondos federales y podría haber un cierre parcial del
Gobierno.
En las pérdidas de la jornada también habían tenido mucho que ver el
empeoramiento de la actividad en el sector servicios de China y las
medidas anunciadas por el Gobierno de ese país para frenar la burbuja
inmobiliaria, como el aumento de los impuestos a las transacciones del
sector.
Las noticias del gigante asiático influyeron en el cierre bajista de
las bolsas asiáticas (Shanghái cayó el 3,65 %, Hong Kong el 1,5 % y
Singapur el 0,9 %, aunque Tokio se desmarcó con una subida del 0,4 %),
mientras que las plazas financieras europeas cerraron con resultados
mixtos.
Madrid subió el 0,72 %, y París el 0,27 %, mientras que Londres bajó
un 0,72 % y Fráncfort un 0,21 % en una jornada en la que los inversores
estuvieron pendientes de la reunión del Eurogrupo, marcada por el debate
de la recapitalización directa de la banca, el cumplimiento de las
condiciones del rescate bancario a España y la ayuda financiera para
Chipre.
Sobre este último punto, el país daba un paso decisivo para allanar
el camino hacia el rescate al acceder a realizar una auditoría externa
que certifique el cumplimiento de las normas contra el blanqueo de
capitales para tranquilizar a sus socios y obtener así el respaldo
político a la ayuda a finales de mes.
Esas noticias acapararon la mirada de los inversores en una jornada
en la que no se conocieron datos macroeconómicos ni resultados
empresariales de relevancia en EEUU.
Más sectores de Wall Street cerraron al alza que a la baja,
capitaneados por transportes (0,83 %) y servicios (0,77 %), y los
primeros puestos del Dow Jones los encabezaron la cadena minorista
Walmart (2,12 %) y la cadena de tiendas para reformas del hogar Home
Depot (1,83 %).
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