BERLÍN.- Los constantes temores por la crisis de deuda en la Eurozona
deterioraron en marzo la confianza empresarial alemana, informó esta semana el
instituto de investigación Ifo.
Un indicador sobre el clima empresarial, basado en un sondeo mensual de
unas siete mil compañías, cayó a 106,7 puntos desde los 107,4
precedentes.
La entidad precisó que otros medidores de las expectativas de las firmas y de su evaluación actual también registraron descensos.
Unido a ello, las dificultades para acordar un plan de rescate destinado a Chipre reavivaron las preocupaciones de un recrudecimiento de la crisis en el bloque monetario.
Por su parte, el Banco Central de Alemania, Bundesbank, consideró que la economía nacional tuvo un comienzo de año decepcionante evidenciado por la debilidad de la producción industrial y de la demanda.
Datos divulgados recientemente mostraron una fuerte caída de los pedidos manufactureros y un crecimiento nulo industrial en enero.
Tal situación acentuó las preocupaciones acerca de la fortaleza de la reactivación tras el retroceso de 0,6 por ciento del Producto Interno Bruto en el cuarto trimestre de 2012, el mayor descenso desde que la economía se contrajo 4,1 por ciento a principios de 2009.
Alemania creció 0,7 por ciento en el conjunto de 2012, impulsada por las exportaciones y el consumo interno.
Sin embargo, la crisis de deuda en la Eurozona la golpeó a lo largo del año.
El Bundesbank fue moderado en su pronóstico de crecimiento, que ubica, al igual que el gobierno, en 0,4 por ciento para 2013.
La entidad precisó que otros medidores de las expectativas de las firmas y de su evaluación actual también registraron descensos.
Unido a ello, las dificultades para acordar un plan de rescate destinado a Chipre reavivaron las preocupaciones de un recrudecimiento de la crisis en el bloque monetario.
Por su parte, el Banco Central de Alemania, Bundesbank, consideró que la economía nacional tuvo un comienzo de año decepcionante evidenciado por la debilidad de la producción industrial y de la demanda.
Datos divulgados recientemente mostraron una fuerte caída de los pedidos manufactureros y un crecimiento nulo industrial en enero.
Tal situación acentuó las preocupaciones acerca de la fortaleza de la reactivación tras el retroceso de 0,6 por ciento del Producto Interno Bruto en el cuarto trimestre de 2012, el mayor descenso desde que la economía se contrajo 4,1 por ciento a principios de 2009.
Alemania creció 0,7 por ciento en el conjunto de 2012, impulsada por las exportaciones y el consumo interno.
Sin embargo, la crisis de deuda en la Eurozona la golpeó a lo largo del año.
El Bundesbank fue moderado en su pronóstico de crecimiento, que ubica, al igual que el gobierno, en 0,4 por ciento para 2013.
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