FRANCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener los tipos de
interés de la zona euro en su mínimo histórico del 0,75%, donde se
permanecen desde julio de 2012, aunque el presidente de la entidad,
Mario Draghi, admitió que el Consejo de Gobierno discutió en su reunión
de política monetaria la posibilidad de rebajar la tasa rectora del euro
ante las peores perspectivas de crecimiento para la región.
"Hemos discutido esa posibilidad (de rebajar los tipos), aunque el
consenso mayoritario que prevaleció fue mantenerlos", indicó el banquero
italiano en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de
Gobierno del BCE, donde, sin embargo, quiso recordar que esta falta de
unanimidad "no supone un compromiso para una futura bajada de tipos".
No obstante, el presidente del BCE subrayó que la institución está
preparada para "mantener su política acomodaticia con adjudicación plena
de fondos a tipo fijo durante el tiempo que sea necesario".
Asimismo, el banquero italiano reconoció que los miembros del Consejo de
Gobierno del BCE han tomado en consideración la posibilidad de rebajar a
terreno negativo el tipo de interés que la entidad abona por los
depósitos de la banca, aunque admitió que esta medida "podría acarrear
consecuencias imprevistas".
Por otro lado, el presidente del
BCE destacó la mejoría registrada en las condiciones de los mercados
financieros, tal y como constata la devolución por parte de las
entidades de la eurozona de 224.000 millones del billón de euros
recibido en las subastas de liquidez a tres años celebradas en diciembre
de 2011 y febrero de 2012.
No obstante, Draghi subrayó que el
banco central vigilará estrechamente la evolución de las condiciones en
los mercados monetarios y su potencial impacto en la política monetaria,
así como el funcionamiento y transmisión de la misma a la economía.
A este respecto, el banquero italiano reconoció la persistencia de
fragmentación en los mercados de la zona euro, aunque apreció una mejora
en la situación.
"La fragmentación no está empeorando, está
mejorando, reduciéndose", señaló Draghi, quien apuntó que el BCE puede
hacer poco más, ya que la institución "no se dedica a sanear los
balances de los bancos".
Por otra parte, el presidente del BCE hizo públicas las nuevas
previsiones de la entidad, que ha revisado a la baja sus expectativas de
crecimiento para este año y el próximo ante un impacto negativo mayor
de lo esperado de la caída de la actividad observada a finales de 2012.
En concreto, el instituto emisor contempla para 2013 un rango de caída
de la actividad de entre el -0,9% y el -0,1%, por debajo de la anterior
horquilla que apuntaba a una caída de la actividad del -0,9% ó un
crecimiento del 0,3%.
Asimismo, de cara a 2014, el BCE maneja
un rango de crecimiento del PIB de la eurozona de entre el 0% y el 2%,
algo peor que el anterior escenario de entre el 0,2% y el 2,2%.
En este sentido, el banquero italiano indicó que este empeoramiento de
las previsiones se debe en parte al efecto negativo mayor de lo previsto
anteriormente de la caída de la actividad observada en la parte final
del año pasado.
"Continuamos viendo riesgos a la baja en 2013
relacionados con la posibilidad de una mayor debilidad de la prevista de
la demanda doméstica y de las exportaciones o en la aplicación de las
reformas, lo que retrasaría la recuperación", dijo Draghi.
Por
otro lado, el BCE ha revisado también a la baja sus pronósticos de
inflación para 2013 y 2014. Así, la entidad calcula que los precios
subirán este año entre un 1,2% y un 2%, mientras que en 2014 lo harían
entre un 0,6% y un 2%.
En este sentido, el presidente del BCE
subrayó que las expectativas de inflación "se encuentran firmemente
ancladas" en el horizonte relevante, lo que permite a la entidad
"mantener su política acomodaticia".
Por otro lado, Draghi expresó su preocupación por la "tragedia" que
representan los elevados niveles de desempleo registrados en algunos
países de la zona euro, especialmente en el caso de los jóvenes, algo
que achacó a las legislaciones laborales de estos países.
"El
desempleo es una tragedia y el desempleo de los jóvenes es una tragedia
aún mayor", afirmó el presidente del BCE, quien consideró que esta mayor
incidencia del paro en la juventud de algunos países puede deberse a
que la legislación laboral de estos "carga toda la flexibilidad laboral
sobre los jóvenes".
En este sentido, el banquero italiano
volvió a recordar a los gobiernos de la eurozona la necesidad de
perseverar en las reformas estructurales, porque el BCE no puede actuar
sobre estas cuestiones o sobre el saneamiento de los bancos.
Respecto al impacto del resultado de las recientes elecciones generales
en Italia, el presidente del BCE señaló que la confianza de los
mercados, "después de la excitación inmediatamente posterior", ha
regresado a niveles similares a antes de los comicios.
"Los
mercados entienden que vivimos en democracias", apostilló Draghi, quien
aprovechó para recordar que el país transalpino debería proseguir la
senda de reformas iniciada, ya que es la única vía de vuelta al
crecimiento de la economía.
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