MADRID.- La economía se contraerá un 1,5% este año y
crecerá un 0,6% en 2014, según las últimas previsiones del Banco de
España incluidas en el boletín económico del mes de marzo. Estas
previsiones son más pesimistas que las del Gobierno, que apuntan a una
caída del 0,5% este año y a un incremento del PIB del 1,2% en 2014,
aunque serán revisadas el próximo mes de abril.
Las nuevas previsiones del Banco de España parten de una situación
de "acusada debilidad y elevada incertidumbre", puesto que no han
terminado de despejarse las dudas de la crisis del área euro a pesar de
la "cierta normalización" que tuvo lugar en los últimos meses del año.
En este contexto, el supervisor cree que la economía española está
realizando un ajuste "profundo" y "no exento de dificultades", aunque
el carácter transitorio de algunos factores que afectaron a la actividad
en la última parte de 2012 permite pensar "con cautela" que la economía
española podría estar superando la fase más aguda de la recesión.
De hecho, el Banco de España cree que la reversión de algunos de
los impulsos contractivos recientes debería contribuir a que las caídas
intertrimestrales de la demanda nacional se vayan moderando a lo largo
de 2013. Esta situación, combinada con la progresiva recuperación de las
exportaciones, debería permitir que el PIB se estabilizase hacia
finales de este año y que volviera a crecer el año que viene.
Así, asegura que en el primer semestre continuarán las caídas de
PIB en cifras similares a las observadas desde el inicio de la actual
recesión, aunque hacia el final de año se producirá un "repunte gradual
de la actividad" por la mejora del tono exportador, por la moderación de
la aportación negativa de la inversión residencial y la menor
contribución negativa de componentes públicos al PIB.
En concreto, el Banco de España estima que la demanda nacional
caerá un 4,3% este año, por encima del -3,9% del año pasado, con una
aceleración de la contracción de consumo privado hasta el 3%. No
obstante, el descenso del consumo de los hogares se verá motivado por un
menor ahorro.
La inversión residencial retrocederá por sexto año consecutivo y
en un tasa cercana al 10%, algo más pronunciada que la de 2012, mientras
que la inversión empresarial caerá cerca del 5%, aunque hay algunos
elementos que podrían comenzar a moderar la caída de esta variable en la
segunda mitad del año.
La demanda pública, por su parte, seguirá experimentando
retrocesos en 2013 por el efecto de la consolidación fiscal. Así, la
bajada del consumo público se acelerará al 4,4% este año, mientras que
la caída de la inversión, según los presupuestos de las administraciones
públicas, se moderará a la mitad este año, hasta el 20%.
En la vertiente exterior de la economía, las exportaciones
avanzarán un 3,8% este año, de forma que la tasas de crecimiento de las
ventas al extranjero superará de nuevo a la de los mercados españoles.
Las importaciones, según el Banco de España, retrocederán un 4,9%.
De cara a 2014, la institución prevé un "fortalecimiento gradual"
de la actividad, con tasas de variación de PIB positivas, aunque
"modestas" desde el inicio del año. El avance del PIB en 2014 se basará
en mejoras de componentes de la demanda privada, como el gasto de los
hogares, que podría alcanzar tasas positivas, mientras que la demanda
exterior neta sigue contribuyendo al crecimiento, aunque menos.
En materia de empleo, el banco emisor asegura que la destrucción
neta de puestos de trabajo se mantendrá en 2013, con una caída de esta
variable del 3,8%. En este contexto, la tasa de paro escalará al 27,1%
este año, aunque empezará a bajar en 2014 para cerrar el año en el
26,8%. De hecho, cree que en 2014 se iniciará la creación neta de
puestos de trabajo.
Por otro lado, la institución gobernada por Luis María Linde
afirma que la reducción al 6,7% en 2012, con un ajuste de algo más de
dos puntos, supuso un esfuerzo fiscal "significativo" dada la recesión y
el fuerte incremento de la carga de intereses.
Las previsiones para 2013 y 2014 sitúan el déficit en el entorno
del 6% en ambos ejercicios, lo que no permitiría quebrar la tendencia
creciente de la deuda y ponen en evidencia que, pese al esfuerzo, la
magnitud del ajuste pendiente es "significativa". En concreto, estima
que el déficit se moderará al 6% este año y al 5,9% en 2014.
Además, alerta de una senda de ajuste más exigente que la
planteada supondría menor crecimiento a corto plazo, con un impacto
final sobre la actividad que, en todo caso, dependería de la magnitud
del esfuerzo adicional.
A su parecer, una definición temprana y con un horizonte a medio
plazo de las medidas necesarias para mantener la senda, así como una
aplicación "estricta" de los mecanismos de la Ley de Estabilidad para la
corrección "oportuna" de posibles desviaciones, aumentarían la
confianza del proceso.
Las previsiones del Banco de España se han hecho teniendo en
cuenta que las medidas fiscales que deberían desaparecer en 2014, como
el gravamen temporal del IRPF, patrimonio o la reducción de determinadas
deducciones de Sociedades, no desaparecen. El Banco de España cree que
la reversión de estas medidas, que suponen cerca del 1,2% del PIB, haría
que el déficit recuperara la tendencia creciente y que se ampliara la
brecha con el objetivo fijado para este año.
En materia de precios, el Banco de España espera que el IPC se
modere a medida que desaparezcan los efectos transitorios que lo han
condicionado, como la subida del IVA, de forma que la inflación media
cierre 2013 en el 1,8% y baje al 1% el año siguiente.
Sobre el saldo de la cuenta del resto del mundo, el Banco de
España espera una "mejora sustancial" en 2013, ya que prevé una
capacidad de financiación del 2,5% del PIB gracias, fundamentalmente, al
comportamiento del saldo de bienes, que podría aproximarse al
equilibrio. En 2014, la capacidad de financiación se ampliará al 3,5%
del PIB.
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