WASHINGTON.- Los funcionarios de la Reserva Federal pasarán buena parte de una
reunión la próxima semana debatiendo sobre los riesgos potenciales del
plan de estímulo del banco central, pero el presidente de la entidad,
Ben Bernanke, ya ha señalado que cree que los costes de no hacer nada
son aún mayores.
El banco central de Estados Unidos seguramente seguirá comprando
85.000 millones de dólares al mes en activos respaldados por hipotecas y
bonos del Tesoro en un esfuerzo por alentar las inversiones y dar
impulso a una débil recuperación económica.
Una serie de datos económicos recientes, desde ventas minoristas a
manufacturas y empleo, han mostrado que la economía está acumulando
cierto impulso. Aún así, la tasa de desempleo continúa incómodamente
alta, a un 7,7 por ciento, mientras que la baja inflación da a los
consejeros la seguridad de que hay bastante espacio para dejar correr a
la economía.
"A la luz del ritmo moderado de la recuperación y del alto nivel
continuo de ocio económico, reducir la política expansiva con el
objetivo de impedir la toma de riesgos excesiva en algunas áreas
presenta sus propios riesgos al crecimiento, estabilidad de precios y,
en último término, a la estabilidad financiera", declaró Bernanke el 1
de marzo.
El banco central estadounidense seguramente hará alusión a la
mejoría del panorama económico cuando emita un comunicado el miércoles
al finalizar su reunión de dos días.
Se espera que en los pronósticos que divulgará junto al
comunicado eleve las proyecciones para el crecimiento económico y
reduzca las estimaciones para el desempleo.
Sin embargo, probablemente también renovará su compromiso a
seguir comprando bonos hasta que el panorama sobre el desempleo mejore
sustancialmente.
Un sondeo publicado el miércoles mostró que los
economistas estiman que la Fed seguirá adquiriendo bonos durante el
resto del año, llevando las compras totales de su tercera ronda de
alivio cuantitativo a 1 billón de dólares.
Esa es una posibilidad que se ha encontrado con algo de oposición
dentro del mismo banco central. Varios funcionarios de la Fed han
hablado cada vez más fuerte sobre los potenciales efectos secundarios
del programa, incluyendo la posibilidad de inestabilidad financiera,
burbujas de activos e inflación futura.
La Fed redujo la tasa de interés a cerca de cero en diciembre del
2008. Además, ha comprado más de 2,5 billones de dólares en bonos, con
lo que su hoja de balances ha crecido a más de 3 billones de dólares.
"Me gustaría que la (Fed) comience a frenar estas compras con el
objetivo de terminarlas antes de fin de año", declaró la semana pasada
el presidente del Banco de la Reserva Federal de Filadelfia, Charles
Plosser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario