BERLÍN.- Los pedidos industriales de Alemania bajaron inesperadamente en
enero, debido a que las órdenes de la zona euro sufrieron un fuerte
descenso, mostraron el jueves datos del Ministerio de Economía,
decepcionando las esperanzas de que la mayor economía europea pudiera
haberse recuperado tras un pobre fin de año.
Los datos se conocen poco después de que los números de Francia
mostraran un avance de la tasa de desocupación al máximo desde el
segundo trimestre de 1999, subrayando que no se podrá confiar en las dos
mayores economías de la zona euro para alentar la expansión regional.
Los pedidos ajustados por estacionalidad y precios se redujeron
el 1,9 por ciento a nivel mensual, por debajo incluso de las peores
previsiones en una encuesta a 39 economistas. La estimación
del consenso apuntaba a un aumento del 0,5 por ciento.
"La brusca caída de los nuevos pedidos desde otros países de la
zona euro es un recordatorio doloroso de que la crisis aun no terminó",
dijo un analista de ING, Carsten Brzeski.
"Si bien el sólido mercado laboral y un fuerte incremento de las
ventas minoristas en enero ya confirmaron el papel impulsor del
crecimiento del consumo, la mejora de la actividad industrial sigue
siendo muy gradual, irregular", agregó.
Los pedidos domésticos cayeron un 0,6 por ciento mientras que los
del exterior se redujeron el 3,0 por ciento, arrastrados por una
retracción de 4,1 por ciento en los contratos desde la zona euro.
"El declive de los pedidos al inicio del año sugiere que el
sector industrial todavía no superó su fase de debilidad", dijo en un
comunicado el ministerio.
La potencia económica europea se expandió robustamente durante
los dos primeros años de la crisis de la zona euro pero el crecimiento
se moderó el año pasado y la economía alemana se contrajo el 0,6 por
ciento en el cuarto trimestre del 2012.
La mayoría de los economistas todavía creen que el país escapará
de la recesión, definida como dos trimestres seguidos de contracción,
con un débil crecimiento en el primer trimestre, a lo que le seguirá un
renovado impulso.
Recientes indicadores adelantados de la confianza financiera
mostraron que creció el optimismo de las empresas, los inversores y los
consumidores de Alemania, al tiempo que bajó la desocupación en febrero.
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