CERNOBBIO.- Los dos principales partidos políticos italianos expresaron
sus diferencias por el impacto de la última rebaja de la calificación
crediticia del país, mientras que el ministro de Economía trató de
restar importancia a las preocupaciones sobre la venta de deuda fijada
para la próxima semana.
La agencia Fitch dijo que el último recorte en la calificación
crediticia de Italia, realizado el viernes, refleja las preocupaciones
por una profunda recesión y por la inestabilidad política que afecta al
país.
"No hay tiempo que perder, las fuerzas políticas deben encontrar
un compromiso sobre un nuevo gobierno, de lo contrario el país se dirige
hacia el desastre", dijo Enrico Letta, subsecretario del
centroizquierdista Partido Democrático (PD).
Sin embargo, el partido del ex primer ministro Silvio Berlusconi,
el Pueblo de la Libertad (PDL), desestimó el impacto de la rebaja.
"Las agencias de calificación no son la Biblia. Son empresas
privadas cuyo objetivo es la ganancia financiera", dijo Angelino Alfano,
secretario del centroderechista partido de Berlusconi.
Los inversores temen que el masivo voto de protesta contra las
medidas de austeridad en las elecciones del mes pasado podrían hacer
imposible al próximo Gobierno cumplir con las condiciones de algún apoyo
del Banco Central Europeo en los mercados de deuda.
El saliente ministro de Economía, Vittorio Grilli, dijo que Italia aún debiese ser capaz de recaudar fondos la próxima semana.
"Obviamente (la rebaja) no me gusta, pero no me sorprende", dijo Grilli.
"Estoy seguro de que las subastas de deuda de la próxima semana van a salir bien", agregó.
El Tesoro ofrecerá 7.750 millones de euros en letras a un año el
12 de marzo y hasta 7.250 millones de euros en bonos BTP y notas CCTeu
de tasa flotante el 13 de marzo.
Letta, del PD, quien al igual que Grilli habló con la prensa en
el marco de un seminario en Cernobbio, a orillas del lago de Como, dijo
que "el siguiente paso será una rebaja de los bonos italianos a la
categoría de basura".
La calificación de Fitch para Italia sigue estando tres niveles
por encima de la categoría basura, mientras que la nota de Moody's para
la tercera economía de Europa es Baa2, dos escalones dentro del
territorio de grado de inversión. Standard & Poors, en tanto, tiene
calificado a Italia como BBB-plus, tres niveles por encima de la zona de
peligro.
Las tres agencias tienen una perspectiva negativa sobre el país.
El PD, que logró el control de la Cámara baja en las últimas
elecciones pero no pudo conseguir el Senado, ha elaborado una plataforma
de 8 puntos para tratar de ganar apoyo en un nuevo Gobierno.
El líder de la centroizquierda, Pier Luigi Bersani, descartó
cualquier acuerdo con el centroderecha de Berlusconi, pero espera ganar
apoyos para encabezar un gobierno de minoría.
Hasta ahora, el movimiento antisistema Cinco Estrellas,
encabezado por el comediante Beppe Grillo, se ha negado a formar una
alianza estable con la centroizquierda.
Por su parte, el ministro de Economía Grilli dijo que el país
debe continuar la senda reformista iniciada por el Gobierno tecnócrata
de Mario Monti.
"Italia se está moviendo dentro del plazo normal que todos los
países necesitan para tomar decisiones políticas", dijo Grilli, que
agregó que espera que se clarifique el frente político en los próximos
días.
"El Tesoro va a hacer todo lo necesario para mantener al país seguro", dijo.
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