NICOSIA.- Los ciudadanos de Nicosia aguardaban con
tranquilidad su turno para entrar en las oficinas de los bancos del país
en las colas de docenas de personas que se formaron a la entrada de las
sucursales que este jueves abrieron sus puertas tras casi dos semanas
de cierre mientras que el Gobierno pactaba el rescate del país.
Las oficinas bancarias habían colgado en sus puertas notas
informativas sobre las restricciones impuestas a la retirada de
capitales, información que también repartían entre los clientes.
"Tengo una sensación de miedo y decepción por tener que guardar
una fila como esta, siento como si estuviéramos en un país del tercer
mundo, pero ¿qué podemos hacer?", declaraba Froso Kokikou, un
pensionista de 64 años de edad que esperaba su turno en una fila de
ciudadanos formada ante una oficina del Laiki Bank.
De su lado, otro ciudadano, también pensionista y de 60 años de
edad, Kostas Nikolaou, calificó de "muerte lenta" la incertidumbre de
las últimas dos semanas. "¿Cómo nos pueden decir que no podemos acceder a
nuestro propio dinero?", se preguntaba Nikolaou.
El Gobierno chipriota ha organizado un fuerte dispositivo policial
en la ciudad, que también custodió a los camiones blindados que durante
la pasada noche trasladaron efectivo a las oficinas bancarias.
Pese a que la Comisión Europea ha subrayado que las restricciones a
la retirada de efectivo (300 euros diarios) de Chipre no deben
mantenerse "más tiempo del necesario", varios expertos apuntan a que estas medidas tendrán que extenderse semanas o
incluso meses.
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