sábado, 20 de abril de 2013

El G-20 acuerda no fijar objetivos estrictos sobre el recorte de deuda

WASHINGTON.- Los líderes de Finanzas de las economías del G-20 acordaron anoche que no hay necesidad de establecer objetivos estrictos para reducir los niveles de deuda pública, y afirmaron que continuarían observando de cerca los efectos negativos de los enormes planes de estímulo monetario, como el que aplica Japón.

El ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, dijo en una conferencia de prensa que sus homólogos en el G-20 creían que la reducción de deuda en niveles generales es más importante que las cifras específicas.
"Acordamos que estos serían parámetros moderados, que habría cierta clase de objetivos estratégicos y metas que podrían ser enmendadas o ajustadas, dependiendo de las situaciones específicas de las economías", manifestó.
En un comunicado publicado tras la reunión de dos días, el Grupo de las 20 mayores economías del mundo dijo que estaría "pendiente" de cualquier efecto negativo de los extensos periodos de estímulo monetario.
Los bancos centrales han inundado sus economías con fondos baratos en un intento por elevar el endeudamiento y el gasto, pero estas medidas han generado preocupación por el excesivo flujo de capital, particularmente hacia las naciones en desarrollo.
Siluanov dijo que el G-20 acordó que era necesario realizar un mayor seguimiento de los efectos arriesgados del programa por 1,4 billones de dólares de Japón, anunciado previamente este año para alentar la economía nipona y combatir su deflación.
Las negociaciones del G-20 estuvieron dominadas por los problemas de la zona euro, dijo Siluanov, donde las severas medidas de austeridad no han podido sacar a la región de su crisis económica. La naturaleza de las conversaciones desató cierta preocupación entre responsables de otros países.
"Iba a ser una reunión del G-20, pero por un momento pareció un encuentro del G-7. Todo lo que escuché era lo grave que es la situación de Europa y lo duramente que está afectando eso a muchos países del mundo", dijo el ministro de Finanzas indio, P. Chidambaram, en comentarios en el Peterson Institute en Washington.
"Ellos tienen una política económica ultra expansiva. Ellos están haciendo todo lo posible para rescatar a economías que parecen estar derribándose una tras otra", aseveró.
Ha habido ciertos desacuerdos sobre la necesidad de fijar metas específicas para reducir la deuda.
Estados Unidos y Japón se opusieron a sellar un compromiso sobre objetivos que vinculen la deuda a ciertos niveles del PIB. Rusia -que este año preside el G-20- espera conseguir un acuerdo sobre estas metas para el momento en el que los líderes del grupo de reúnan en San Petersburgo en septiembre.
Las mayores economías del mundo está reformulando el énfasis en la austeridad que implementaron en los últimos años.
El argumento de la austeridad ha sido rebatido por la debilidad de las economías que aplicaron medidas estrictas para disminuir sus déficits, como Reino Unido, que ahora se dirige a su tercera recesión en los últimos cinco años.
El viernes, la agencia Fitch despojó al Reino Unido de su calificación crediticia "AAA" y la rebajó a "AA+", citando las expectativas de que la deuda general del Gobierno se elevará al 101 por ciento del PIB para 2015-2016 debido al débil crecimiento económico.
Siluanov dijo que se requería un mayor nivel de coordinación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el tema de la liquidez global y que se esperaban recomendaciones de la entidad para julio próximo.
Los ministros del G-20 hicieron además un llamamiento a la Junta de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) para que supervise las reformas de los tipos referenciales de interés a corto plazo como el Libor, después del escándalo por manipulación del instrumento financiero.
A la FSB se le pidió presentar un informe sobre sus progresos en julio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario