LISBOA.- La oposición portuguesa en bloque mostró su firme
rechazo a la adopción de nuevos recortes en gasto social que anunció hoy
el Gobierno, al que reclamó en cambio que renegocie las condiciones del
rescate financiero del país.
Portavoces del Partido Socialista (PS), del Comunista (PCP) y del
marxista Bloque de Izquierda (BI) coincidieron en censurar al Ejecutivo
luso, de signo conservador, por las duras críticas que hizo hoy al
Tribunal Constitucional por su decisión de anular cuatro de los recortes
presupuestarios de 2013.
El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, anunció hoy que el país
deberá acometer nuevos cortes de gasto social para compensar los más de
mil millones de euros que costará al Estado la sentencia y que éstos se
producirán en las áreas de Sanidad, Educación, Seguridad Social y
empresas públicas.
Desde el principal grupo de la oposición, el socialista, su
secretario nacional, Joao Ribeiro, lamentó que el Ejecutivo continúe
empeñado "en ir más allá del programa" de ajustes acordado con la Unión
Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de su
rescate financiero.
"El Gobierno actúa como si Portugal no fuese un país soberano,
miembro de la UE, y es esa actitud la que le impide luchar por unas
condiciones más justas" en sus conversaciones con los organismos
internacionales prestatarios de la ayuda financiera.
Los socialistas lusos, que presentaron sin éxito esta semana una
moción de censura contra el Ejecutivo, insistieron en que el primer
ministro, Pedro Passos Coelho, se encuentra "aislado" y abogaron por la
convocatoria de elecciones anticipadas, tal y como vienen defendiendo en
la última semana.
"Este puede seguir siendo el Gobierno de Portugal, pero ya no es el Gobierno de los portugueses", resaltó Ribeiro.
Desde el PCP, el miembro del Comité Central del partido Jorge
Cordeiro tachó de "cínico" a Passos Coelho por atribuir la
responsabilidad del rumbo del país a los fallos del Constitucional.
En su opinión, es el Ejecutivo "el único responsable del declive
económico y del retroceso social que vive el país", pero aprovecha el
fallo de la máxima instancia judicial como "una nueva oportunidad de
imponer más austeridad".
"Quieren liquidar servicios públicos y derechos para continuar
sirviendo a los intereses del capital, y utilizan pretextos para
disfrazar sus propios errores", recalcó.
La coordinadora del BI, Catarina Martins, defendió por su parte que
la decisión del Constitucional "para nada coloca en una situación más
frágil al país frente a los organismos internacionales", al contrario de
lo que defiende el Gobierno.
"El fallo del Tribunal ha generado la oportunidad de exigir mejores
condiciones para el país, que es lo que debería hacer el primer ministro
en vez de chantajear a las instituciones", aseveró.
Martins también recordó que el Gobierno ya preparaba desde hace
meses, independientemente de la decisión del Constitucional, una reforma
del Estado para ahorrar 4.000 millones de euros y cuyas primeras
medidas debían entrar en vigor ya este mismo año.
La portavoz del grupo marxista consideró que es el momento de que "el
pueblo portugués pueda elegir su destino" con la celebración de
comicios legislativos, e instó al jefe del Estado, el también
conservador Aníbal Cavaco Silva, a disolver el Parlamento y convocar
elecciones.
El presidente portugués, sin embargo, ya dio ayer su respaldo a
Passos Coelho al emitir un comunicado en el que señalaba que el actual
Ejecutivo tiene las condiciones necesarias para seguir en el poder.
El anterior primer ministro luso, el socialista José Sócrates, que
pidió el rescate hace ahora dos años y perdió las elecciones anticipadas
convocadas poco después, censuró a Passos Coelho por convertir al
Constitucional en un "enemigo político" e imponer medidas que no estaban
en el acuerdo original con la UE y el FMI.
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