LISBOA.- El Gobierno portugués investiga la firma de contratos
"altamente especulativos" por parte de varias empresas estatales y que
generaron al erario público pérdidas por valor de 3.000 millones de
euros.
Así lo informó hoy el Ministerio de Finanzas luso a través de un
comunicado, divulgado apenas unas horas después de que el primer
ministro Pedro Passos Coelho remodelara por segunda vez en apenas diez
días su equipo de Gobierno.
Esta renovación incluye la salida de los secretarios de Estado Paulo
Braga Lino y Juvenal Silva Peneda, quienes según un informe de la
Inspección General de Finanzas filtrado a medios lusos, participaron en
la contratación de instrumentos financieros de alto riesgo como miembros
de la administración del Metro de Oporto.
El Ejecutivo portugués, de signo conservador, aseguró que estos
acuerdos especulativos fueron firmados con entidades financieras
anteriormente a su llegada al poder, en junio de 2011, y que ordenó al
Tesoro luso su fiscalización.
"Este análisis refleja que varios de estos contratos tienen
características problemáticas por no tratarse de meros instrumentos de
cobertura de riesgo, sino que incorporan estructuras altamente
especulativas", subrayaron desde Finanzas.
El Ejecutivo de Passos Coelho reconoció que conocía "la dimensión
potencial del problema" desde que asumió el poder, aunque precisó que
"las características y riesgos asociados a estos instrumentos no eran
claros" hasta ahora, una vez analizado en profundidad.
Conocido el resultado del informe, el Gobierno luso comenzó a
negociar hace dos meses con los bancos implicados para lograr "una
reparación de los perjuicios financieros sufridos por el Estado de la
forma más rápida posible".
Estas conversaciones terminarán esta misma semana, de acuerdo con el
Ejecutivo, que anunció que también activó "los mecanismos
correspondientes para depurar eventuales responsabilidades" por estas
operaciones de alto riesgo llevadas a cabo en empresas públicas.
La salida de los dos secretarios de Estado por su implicación en este
caso de mala gestión de recursos públicos -en Portugal ya se especula
con que pueda llegar incluso a ser investigado por la Fiscalía- ha
generado fuertes críticas de la oposición lusa.
"El Gobierno tiene que explicar al país, a los portugueses, todas las
razones que se encuentran detrás de estas salidas", demandó Miguel
Laranjeiro, secretario de Organización del Partido Socialista (PS,
principal de la oposición), quien pidió, como los comunistas y la
izquierda marxista, la comparecencia parlamentaria del ministro de
Finanzas, Vítor Gaspar, para prestar aclaraciones.
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