NUEVA YORK.- La agencia de calificación crediticia Moody's
ha rebajado este martes en dos escalones el rating de Eslovenia, desde
'Baa2' a 'Ba1' con perspectiva 'negativa', colocándolo así en la
categoría denominada 'bono basura', ante las "inciertas perspectivas de
financiación", que aumentan la probabilidad de que el país necesite
ayuda externa.
Moody's reconoce el éxito de las últimas emisiones de deuda de
Eslovenia, que considera permitirán al país contar con la liquidez
suficiente para satisfacer sus necesidades de financiación hasta finales
de año, siempre y cuando no tenga que inyectar dinero en su sector
bancario.
Sin embargo, advierte que el coste al que se financia sigue siendo
elevado y es sensible a la confianza en los mercados financieros. "La
vulnerabilidad de Eslovenia a impactos externos, como los provocados por
la crisis de Chipre, podrían dificultar su financiación a tipos
sostenibles, lo que incrementa la probabilidad de que la autoridades
necesiten solicitar un programa de ayuda externa", explica.
Otro de los factores que ha llevado a la agencia a rebajar su
rating son las actuales turbulencias en el sector bancario del país y la
"alta probabilidad" de que el Gobierno tenga que conceder más ayudas a
la banca e inyectar capital. Así, advierte de que la calidad de los
activos de las entidades se deterioró considerablemente en 2012 y ha
continuado en esta línea desde entonces.
"Las autoridades han inyectado capital y prestando ayuda a los
tres mayores bancos del país desde 2011, y Moody's espera que la calidad
de los activos de los bancos siga deteriorándose dado el débil entorno
económico", explica la agencia, que prevé una contracción de la economía
eslovena del 1,9% en 2013, para después crecer dos décimas en 2014.
En tercer lugar, justifica su decisión en el "sustancial
incremento" de la deuda pública, que ha pasado desde el 22% en 2008 al
54,1% en 2012, pese a lo cual reconoce que sigue siendo la más baja de
toda la eurozona, donde la media se sitúa en el 93%. En cambio, prevé
que supere el 60% a finales de este año y no se estabilice hasta
2014-2015 por encima del 65%.
Aún así, avisa de que el techo que alcanzará la deuda es
"incierto" y dependerá de si el sector bancario necesita nuevas ayudas,
así como de los objetivos fiscales del nuevo gobierno, que es probable
que sean menos ambiciosos que los del Ejecutivo anterior, y de la
perspectiva macroeconómica. Esto conlleva el riesgo de que supere el
70%-75% del PIB.
Por otro parte, explica que ha decidido situar el rating de
Eslovenia en perspectiva 'negativa' debido a los que desafíos del sector
bancario son "sustanciales", que se ven ampliados por el débil entorno
macroeconómico e incrementan la posibilidad de pérdidas para los
tenedores de deuda.
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