TOKIO.- El Banco de Japón, presidido por primera vez
por Haruhiko Kuroda, ha anunciado una agresiva batería de medidas de
estímulo que suponen la entrada en "una nueva fase" de relajación
monetaria que implica duplicar la base monetaria y las cantidades de
deuda pública y otros instrumentos financieros adquiridos por la
institución con el fin de alcanzar una meta de inflación del 2% en un
plazo de dos años.
"El consejo de política monetaria del Banco de Japón ha decidido
la introducción de medidas de estímulo monetario cuantitativo y
cualitativo y para ello entrará en una nueva fase de flexibilización
monetaria tanto en términos de calidad como de cantidad", anunció el BoJ
en un comunicado.
En este sentido, espera duplicar la base monetaria y las
cantidades de deuda pública y de fondos negociados (ETFs) adquiridos en
los próximos dos años y multiplicará por más de dos el plazo medio de
vencimiento de los bonos nipones en su poder.
En concreto, la entidad llevará a cabo operaciones en el mercado
monetario con el objetivo de incrementar la base monetaria a un ritmo
anual de entre 60 y 70 billones de yenes (490.930 y 572.750 millones de
euros).
Asimismo, el BoJ aumentará en 50 billones al año sus compras de
deuda soberana de Japón y ampliará los vencimientos elegibles para estas
adquisiciones hasta 40 años, lo que elevará a una media de siete años
el plazo de vencimiento medio de los bonos soberanos en cartera, frente a
los tres años actuales.
"El BoJ alcanzará el objetivo de estabilidad de precios del 2% lo
antes posible, con un horizonte temporal de dos años", señaló la
institución al término de su reunión de dos días sobre política
monetaria que por primera vez estuvo presidida por el nuevo gobernador
de la entidad, Haruhiko Kuroda, quien ya había anunciado su voluntad de
"hacer lo posible" para impulsar el crecimiento y superar la deflación.
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