jueves, 11 de abril de 2013

El presupuesto de Obama busca impulsar la reducción del déficit en EEUU

WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso el miércoles un presupuesto de 3,77 billones de dólares (2,88 billones de euros) que combina controvertidos recortes a programas de seguridad social con aumentos de impuestos para los más ricos.

El paquete está destinado a atraer a los republicanos a negociar un amplio plan de reducción del déficit, pero los detalles reflejan una propuesta que Obama presentó el año pasado y que fue rechazada por los líderes republicanos.
El presupuesto de Obama para el año fiscal 2014, que comenzará el 1 de octubre, recortará el déficit en tres años al obligar a las personas que ganan más de un millón de dólares anualmente a pagar más en impuestos, al mismo tiempo que aplicaría recortes de gastos que reemplazarían a las reducciones actuales que entraron en vigor el mes pasado.
Sin embargo, ese plan tiene pocas posibilidades de convertirse en ley, dado que muchos republicanos rechazan los esfuerzos de Obama por subir los impuestos a algunos estadounidenses y muchos demócratas se oponen a los recortes al popular programa de jubilación de la seguridad social.
Ambas partes quieren reducir el déficit, que el presupuesto de Obama proyecta que caerá a 744.000 millones de dólares en 2014, o un 4,4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), desde un estimado de 973.000 millones de dólares en 2013.
El mandatario afirmó que su propuesta, particularmente los recortes en salud y pensión que resultan dolorosos para sus correligionarios demócratas, indican que se ha movido en la dirección de los republicanos.
"En lo que respecta a la reducción del déficit, ya he cumplido con los republicanos en más de la mitad (de las demandas)", declaró Obama en comentarios formulados en la Casa Blanca.
"Por eso, en los próximos días y semanas, espero que los republicanos salgan al frente y demuestren que son tan serios (...) sobre los déficit y la deuda como dicen serlo", agregó.
El presupuesto de Obama apunta a lograr una reducción del déficit de 1,8 billones de dólares en 10 años. Si eso se suma a recortes de déficit por 2,5 billones de dólares a partir de planes pasados, el total superaría una bajada de 4 billones de dólares que ambos partidos han dicho que sería una meta aceptable.
La proporción del déficit al PIB caería a un 2,8 por ciento en 2016, más abajo del nivel de un 3 por ciento que los economistas afirman que es necesario para colocar a la deuda en vías de reducción como un porcentaje de la economía.
Los republicanos desestimaron la propuesta de Obama.
El presidente de la Cámara de Representantes y líder republicano, John Boehner, que es el principal oponente de Obama en las negociaciones del déficit, afirmó que los recortes propuestos por el mandatario a programas sociales eran dignos de elogio, pero no suficientes.
"Yo esperaría que él no tome como rehenes a estas modestas reformas para su exigencia de mayores alzas de impuestos", sostuvo Boehner.
"El presidente consiguió sus alzas de impuestos en enero, no necesitamos subir impuestos al pueblo estadounidense. De modo que tengo la esperanza de que en las próximas semanas tengamos una oportunidad, a través del proceso presupuestario, de llegar a algún acuerdo", agregó.
La esperanza de Obama es crear una coalición de legisladores que se muevan hacia su posición, aunque la mayoría de los observadores lo consideran improbable. El mandatario invitó a 12 republicanos a cenar el miércoles en la Casa Blanca.
Ambas partes no lograron impedir que entraran en efecto recortes de gastos generales por 85.000 millones de dólares el 1 de marzo.
La propuesta presupuestaria de Obama reemplazaría a aquellos recortes con su plan original de reducción del déficit presentado en diciembre. Esa oferta contemplaba reducciones de gastos por 930.000 millones de dólares e ingresos impositivos por alrededor de 580.000 millones de dólares.
El presupuesto de Obama reitera su llamamiento a que los más ricos ayuden más con la reducción del déficit. Obligaría a los que ganan más de 1 millón de dólares al año o más a pagar al menos un 30 por ciento de sus ingresos en impuestos, excluyendo donaciones de caridad.
También propone usar una medición menos generosa de la inflación para calcular aumentos del beneficio por el costo de la vida a los titulares de algunos programas federales.
Este cambio tendría el efecto de reducir los pagos a algunos de los beneficiarios de los populares programas de jubilación de la seguridad social.
Aunque Obama ha prometido que protegerá a algunos de los beneficiarios más vulnerables, la propuesta ha generado una fuerte oposición de parte de algunos demócratas y de grupos del sector laboral.

No hay comentarios:

Publicar un comentario