LONDRES.- El Ministerio británico de Finanzas ha
advertido de que una Escocia independiente se encontraría con un sector
financiero sobredimensionado en comparación con el tamaño de su economía
y, por tanto, sería tan "vulnerable" a una crisis bancaria como la de
Chipre. El Partido Nacional Escocés (SNP), que gobierna actualmente en
Escocia y apoya la independencia, ha rechazado estas conclusiones, que
ha calificado de "cuentos chinos".
El Ministerio de Finanzas --el Tesoro-- hará público mañana lunes
un informe en el marco de la campaña lanzada por el Gobierno británico
para alertar sobre el impacto que tendría la independencia de Escocia,
un país de cinco millones de habitantes que celebrará en septiembre de
2004 un referéndum de autodeterminación.
El informe del Tesoro advierte de que, si desapareciera el marco
regulador del Gobierno británico, Escocia se encontraría con "un sector
bancario excepcionalmente grande en comparación con el tamaño de su
economía, con unos activos superiores al 1.250 por ciento del Producto
Interior Bruto".
En estas condiciones, el nuevo país sería "más vulnerable a las
crisis financieras y a la volatibilidad del sector", lo cual
contribuiría a reducir su economía y a provocar la salida de las
empresas del país.
El sector bancario, según el informe, supone doce veces y media el
tamaño de la producción económica de Escocia, una desproporción aún
mayor que la que había en Chipre, cuyo sector bancario correspondía a
nueve veces el PIB.
"En general, la experiencia de las crisis financieras demuestra
que los países con un sector bancario excesivo en comparación con el
tamaño de su PIB son significativamente más vulnerables", según el
Ministerio.
Escocia se beneficia en la actualidad de la capacidad del Gobierno
británico para apoyar a sus bancos en apuros. Durante la crisis
financiera de 2007-2008, el apoyo del Estado al sector financiero superó
el billón de libras esterlinas (1,1 billones de euros) en fondos de
garantía e inyecciones de liquidez.
El Partido Nacional Escocés, que controla el actual Gobierno de
Escocia desde su instauración y ha impulsado el referéndum de
autodetermninación, ha rechazado las conclusiones de este informe y ha
anunciado que el próximo martes hará público su propio estudio, en el
que se subrayarán las ventajas de la independencia.
"Una Escocia independiente sería un éxito económico, tal como
vamos a mostrar esta próxima semana, y los cuentos chinos del Tesoro no
podrán ocultar la realidad", ha declarado el secretario de Finanzas del
Ejecutivo escocés, John Swinney, miembro del SNP.
Los sondeos de opinión indican que la opción independentista
cuenta con el apoyo de un tercio de los votantes, frente a un 60 por
ciento que prefieren seguir en el seno de Reino Unido. El primer
ministro británico, David Cameron, se ha mostrado abiertamente en contra
de la secesión.
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