GINEBRA.- El impacto a largo plazo de la crisis del empleo juvenil podría
crear una generación en peligro de no encontrar nunca una ocupación
decente, advirtió hoy la Organización Mundial del Trabajo (OIT).
La tasa de cesantía en ese grupo poblacional aumenta en un contexto
marcado por las diferencias regionales, y en 2019 podría alcanzar el
12,8 por ciento, precisó en un informe.
La entidad remarcó que la situación apunta a un deterioro del panorama, con una persistencia del desempleo, una proliferación de ocupaciones temporales y un creciente desaliento entre los jóvenes en las economías avanzadas.
Además, empleos de baja calidad, informales y de subsistencia en los países en desarrollo.
Para 2013, prevé que estarán parados alrededor de 73,4 millones de jóvenes, cerca de los niveles alcanzados en pleno auge de la crisis económica que comenzó en 2008.
La cifra representa un incremento de 3,5 millones entre 2007 y el año en curso.
En las naciones avanzadas, pronosticó la OIT, la tasa de paro es probable que permanezca por encima del 17 por ciento hasta 2015 y no está previsto que disminuya por debajo de 17 por ciento antes de 2016.
Detalló que aquellos que encuentran trabajo están obligados a ser menos exigentes en cuanto al tipo de labor que realizan, incluyendo trabajo a tiempo parcial o temporal, ya que necesitan desesperadamente un ingreso.
Las consecuencias a largo plazo de la persistencia de la alta desocupación incluyen la pérdida de experiencia laboral valiosa y la erosión de las competencias profesionales, explicó.
Por ello, ese organismo insistió en la necesidad de implementar políticas que promuevan el crecimiento, el mejoramiento de la educación y los sistemas de entrenamiento, y la generación de nuevas plazas.
La entidad remarcó que la situación apunta a un deterioro del panorama, con una persistencia del desempleo, una proliferación de ocupaciones temporales y un creciente desaliento entre los jóvenes en las economías avanzadas.
Además, empleos de baja calidad, informales y de subsistencia en los países en desarrollo.
Para 2013, prevé que estarán parados alrededor de 73,4 millones de jóvenes, cerca de los niveles alcanzados en pleno auge de la crisis económica que comenzó en 2008.
La cifra representa un incremento de 3,5 millones entre 2007 y el año en curso.
En las naciones avanzadas, pronosticó la OIT, la tasa de paro es probable que permanezca por encima del 17 por ciento hasta 2015 y no está previsto que disminuya por debajo de 17 por ciento antes de 2016.
Detalló que aquellos que encuentran trabajo están obligados a ser menos exigentes en cuanto al tipo de labor que realizan, incluyendo trabajo a tiempo parcial o temporal, ya que necesitan desesperadamente un ingreso.
Las consecuencias a largo plazo de la persistencia de la alta desocupación incluyen la pérdida de experiencia laboral valiosa y la erosión de las competencias profesionales, explicó.
Por ello, ese organismo insistió en la necesidad de implementar políticas que promuevan el crecimiento, el mejoramiento de la educación y los sistemas de entrenamiento, y la generación de nuevas plazas.
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