MOSCÚ.- El primer ministro Dmitri Medvedev desestimó hoy un escenario de
crisis económica en Rusia como en 2008, tras las turbulencias en la
economía mundial, pero llamó a rebasar el estancamiento de los últimos
meses, con un salto en el crecimiento.
Medvedev expresó convencimiento en que el país logrará evitar una
situación de recesión, como la ocurrida en el período de 2008-2009,
cuando se frenó el crecimiento vertiginoso de Rusia.
En entrevista al periódico Komsomolskaya Pravda, que será publicada en la edición del martes, Medvedev estimó innecesario la incitación de sentimientos de incertidumbre en torno a la situación económica, la cual calificó de "más o menos aceptable", en sentido general.
Al realizar un balance ayer del primer año de gestión del Gobierno, el primer ministro aseguró que la economía es el principal reto para el gabinete y el Estado ruso.
No obstante, insistió en un salto de calidad hacia un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) no inferior a 4-5 por ciento anual.
Aclaró a la prensa, que no existen peligros para el financiamiento prometido a los programas sociales, un tema que sobresalió de manera permanente entre las preguntas formuladas al presidente Vladimir Putin durante la interacción en vivo con la ciudadanía, en abril pasado.
No ocurre nada en exceso dramático, pero tampoco nada bueno, subrayó Medvedev en cuanto al estado de la economía rusa.
En su opinión, el único escenario posible para el desarrollo del país en el presente trienio es colocar el crecimiento del PIB en el entorno de los cuatro puntos porcentuales, considerado un pronóstico moderado-optimista.
De acuerdo con estadísticas oficiales, el PIB de Rusia creció en el primer trimestre de 2013 en 1,6 por ciento, y en 2012, cerró con 3,4 puntos porcentuales, luego de experimentar una contracción paulatina de 4,8, en el primer lapso hasta 2,1 en los últimos tres meses.
La proyección moderada-optimista, adoptada por el Gobierno hace una semana para el período 2014-2016, prevé un crecimiento del PIB de 3,7 en 2014, 4,1 en 2015 y de 4,2 en 2016.
En contraste, la variante conservadora proyecta un alza del PIB de tres puntos porcentuales anuales.
Para el segundo semestre, la economía rebasará la caída hasta llegar a un crecimiento superior incluso al 3,0 por ciento, según vaticinó el Ministerio de Desarrollo Económico.
En entrevista al periódico Komsomolskaya Pravda, que será publicada en la edición del martes, Medvedev estimó innecesario la incitación de sentimientos de incertidumbre en torno a la situación económica, la cual calificó de "más o menos aceptable", en sentido general.
Al realizar un balance ayer del primer año de gestión del Gobierno, el primer ministro aseguró que la economía es el principal reto para el gabinete y el Estado ruso.
No obstante, insistió en un salto de calidad hacia un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) no inferior a 4-5 por ciento anual.
Aclaró a la prensa, que no existen peligros para el financiamiento prometido a los programas sociales, un tema que sobresalió de manera permanente entre las preguntas formuladas al presidente Vladimir Putin durante la interacción en vivo con la ciudadanía, en abril pasado.
No ocurre nada en exceso dramático, pero tampoco nada bueno, subrayó Medvedev en cuanto al estado de la economía rusa.
En su opinión, el único escenario posible para el desarrollo del país en el presente trienio es colocar el crecimiento del PIB en el entorno de los cuatro puntos porcentuales, considerado un pronóstico moderado-optimista.
De acuerdo con estadísticas oficiales, el PIB de Rusia creció en el primer trimestre de 2013 en 1,6 por ciento, y en 2012, cerró con 3,4 puntos porcentuales, luego de experimentar una contracción paulatina de 4,8, en el primer lapso hasta 2,1 en los últimos tres meses.
La proyección moderada-optimista, adoptada por el Gobierno hace una semana para el período 2014-2016, prevé un crecimiento del PIB de 3,7 en 2014, 4,1 en 2015 y de 4,2 en 2016.
En contraste, la variante conservadora proyecta un alza del PIB de tres puntos porcentuales anuales.
Para el segundo semestre, la economía rebasará la caída hasta llegar a un crecimiento superior incluso al 3,0 por ciento, según vaticinó el Ministerio de Desarrollo Económico.
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