MÉXICO.- España está atravesando una crisis parecida a la que
vivieron varios países latinoamericanos, aunque, gracias a las medidas
de ajuste que se están realizando, está en posición de remontarla a
corto y mediano plazo, afirmaron hoy expertos.
"El país se está moviendo, ha hecho las paces con las pérdidas, sabe
que el modelo de crecimiento del pasado no era sostenible y está en la
transición hacia otro modelo", afirmó el economista jefe del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), José Juan Ruiz.
Ruiz presentó hoy en esta capital un informe del Consejo Empresarial
para la Competitividad en el que se hace un diagnóstico de la crisis que
arrastra España desde hace cinco años, las reformas aplicadas y el
impacto que han tenido en la actividad económica.
El experto recordó que desde que estalló la crisis en España se ha
perdido 5 puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB), una
reducción que no representa "el hundimiento de una nación", a pesar del
impacto que ha tenido en sectores como en el empleo.
Recordó que esa baja en la actividad económica representa la cuarta
parte de lo que significó la crisis de Argentina cuando terminó la
convertibilidad entre el peso y el dólar y también la cuarta parte de la
crisis que atravesó Chile hacia 1984, "y no tiene nada que ver con
crisis como la de Perú de los años 90".
Se trata de "una crisis que nos acerca a América Latina", agregó
Ruiz, aunque señaló que, como bien saben los latinoamericanos, "por
graves que sean las crisis, y España tiene una crisis latinoamericana,
se sale de ellas".
Recordó que las angustias económicas en España comenzaron al estallar
la "inmensa burbuja inmobiliaria", que llegó a acaparar en el momento
más alto una inversión equivalente al 12,5 % del PIB y el 13,3 % del
total del empleo.
Reconoció la "auténtica crisis de empleo", que ha destruido el 20 %
de los puestos de trabajo que había en 2007, gran parte de ellos ligados
al sector de la construcción, el más castigado por la crisis española.
Pero reconoció que, aun en época de bonanza económica, España nunca
pudo bajar su tasa de desempleo por debajo del 8 por ciento. "Cuando un
país llega al 7 por ciento (de desempleo) se encienden los semáforos en
rojo", agregó.
"El mercado de trabajo había que haberlo reformado antes, no se hizo y
eso ha derivado en la gravedad de la crisis social", añadió.
Pero Ruiz también dijo que, gracias a las reformas del mercado
laboral, se ha ganado en flexibilidad y competitividad en la mano de
obra, medidas que "muy probablemente han salvado muchos puestos de
trabajo".
El experto del BID indicó que los salarios en España están teniendo
crecimientos moderados o ajustes y, "por primera vez, las empresas
pueden ajustar sus incrementos laborales a condiciones de competitividad
o niveles de eficiencia".
En el mismo foro, al que asistieron representantes de empresas
mexicanas, Juan María Nin, director general de La Caixa, una de las
principales entidades financieras de España, recordó que la "burbuja
inmobiliaria" ha sido la mayor que haya visto España.
Nin recordó que la crisis española se ha visto perjudicada por la
crisis de la deuda soberana en Europa, pero en España "se están haciendo
los deberes indispensables" para remontarla, aunque aún quedan tareas
pendientes como la unión bancaria en Europa.
"Se han sentado las bases para que la economía española pueda
estabilizarse en una zona de corto o medio plazo. Hay datos y números
que indican un cambio de tendencia en la economía española", agregó.
Resaltó la mejora en los niveles de competitividad, que se han visto
influidos por la caída de los costes laborales "a niveles de 1999", año
de la creación del euro, así como el "ajuste extraordinario" que ha
registrado el sector exterior.
Recordó que, después de arrastrar un déficit comercial, en abril
pasado "por primera vez en 50 años la balanza de bienes ha sido
positiva", lo que se une a "un comportamiento mucho más ordenado en
términos de consumo".
Nin destacó el "gigantesco esfuerzo" realizado en España para reducir
el déficit fiscal, uno de los principales retos que ha representado la
crisis, por una fuerte caída de ingresos y el aumento de los gastos
derivado, especialmente, por el aumento del desempleo.
Pero, gracias a la consolidación fiscal, se "ha contribuido a la
fiabilidad de las cuentas públicas", lo que ha estado vinculado al el
continuo saneamiento de las deudas del sector privado, y especialmente
de las entidades financieras.
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