lunes, 6 de mayo de 2013

Los banqueros temen que suba la factura del rescate a la banca española

MADRID.- La factura de España para rescatar a sus bancos aún podría subir, según temen algunos banqueros y analistas, ya que un empeoramiento de la economía está dificultando los primeros intentos del Gobierno para vender las entidades nacionalizadas y amenaza la viabilidad del "banco malo".

Bancos españoles dicen que lo peor ya ha pasado después de las fuertes pérdidas del año pasado y que ahora se están recuperando - una visión ampliamente compartida por autoridades como la Comisión Europea, que respalda un rescate de 41.000 millones de euros a entidades en dificultades.
Pero mientras Madrid cumple con el calendario de reformas de la industria exigidas y los bancos están mejor protegidos contra las pérdidas de un mercado inmobiliario hundido, un número cada vez mayor de banqueros argumentan en privado que todavía podrían ser necesarios más fondos estatales para ayudar a vender las entidades rescatadas y mantener en marcha el "banco malo" o Sareb más tiempo.
La Sareb se utilizó para limpiar los balances de bancos rescatados por el Estado al asumir bienes adjudicados y préstamos problemáticos a promotores inmobiliarios por valor de 50.700 millones de euros.
Los activos se corresponden con 50.700 millones de euros de deuda senior y están respaldados por 4.800 millones de euros en capital, más de la mitad de los cuales fueron aportados por bancos sanos españoles para reducir la carga de las arcas estatales.
Sin embargo, el colchón de capital del 8 por ciento podría ser demasiado ligero para soportar pérdidas sin otra inyección, que podría ser difícil de obtener del sector privado, dijeron varios banqueros españoles de alto nivel y banqueros de inversión que han trabajado con el Gobierno.
"Fue un gran error. El Gobierno va a tener que hacerse cargo de todo el vehículo antes o después", dijo un ejecutivo de banca español, bajo la condición del anonimato, haciéndose eco de una opinión de otros tres directivos bancarios.
España obtuvo 41.000 millones de euros de una línea de crédito europea de 100.000 millones para rescatar a sus bancos el año pasado. La factura añadió el equivalente del 3,5 por ciento del producto interior bruto a un déficit que ya superaba lo permitido por la UE.
El rescate se produjo después de varios intentos fallidos del Gobierno por sanear el sector financiero, lastrado por más de 300.000 millones de euros en créditos morosos después de que estallara una burbuja inmobiliaria en 2008.
Si los pasivos del banco malo, conocido por su sigla Sareb, tuvieran que sumarse al balance financiero del Estado, podrían añadir hasta otros 5 puntos porcentuales del PIB a la deuda del país, que superaría el 100 por ciento del PIB. El Ministerio de Economía español no quiso hacer comentarios.
Los activos inmobiliarios depositados en la Sareb fueron provisionado en un 63,1 por ciento de media y los préstamos en un 45,6 por ciento cuando los activos se transfirieron al "banco malo", pero cuatro banqueros creen que el capital todavía puede ser reducido por nuevas pérdidas.
De los préstamos, sólo el 22 por ciento se consideran "normales", el 34 por ciento "substandard" y el 45 por ciento "dudosos".
La mayoría de los préstamos están ligados a propiedades acabadas para las que resulta más fácil encontrar un comprador, pero un 4,3 por ciento corresponden a obras en curso, mientras que casi un 10 por ciento es suelo, para el que hay poca o ninguna demanda.
Casi todas las propiedades en cartera están vacías, incluyendo edificios de pisos lejos de las grandes ciudades. Sólo 6.000 de 83.000 viviendas tienen inquilinos.
Las quiebras o los impagos van en aumento en España, y la caída de los precios inmobiliarios se ha acelerado en el primer trimestre. La quiebra de la inmobiliaria Reyal Urbis, que ahora cuenta con Sareb como uno de sus principales acreedores, resalta el problema.
Mientras tanto, la Sareb empieza a peinar sus activos.
"Esta (estructura) podría ser un problema si el vehículo empieza a registrar pérdidas y requiere más liquidez, algo que probablemente ocurra, en nuestra opinión, una vez que reevalúe sus activos", dijo el analista de JP Morgan Jaime Becerril en una nota reciente.
Una fuente familiarizada con Sareb dijo que es consciente del riesgo de poder necesitar más capital, pero cree que "eso sólo ocurriría en un escenario económico de angustia extrema.
Una prueba de tensión de los bancos españoles realizada el año pasado por la consultora Oliver Wyman, que sirvió como base para algunos de los cálculos de Sareb, definió un peor escenario de una contracción del 2,1 por ciento en 2013 y del 0,3 por ciento en 2014.
España prevé una contracción económica del 1,3 por ciento en 2013, más de lo previsto inicialmente, y un crecimiento del 0,5 por ciento en 2014.
La Sareb tiene un plan de contingencia para recaudar capital que requiere una restricción de los pagos eventuales de dividendos a los accionistas, dijo la fuente. En caso contrario, el capital fresco tendrá que venir de los inversores - el Estado o algunos bancos saneados, algunos de los cuales se vieron presionados por el gobierno para invertir.
Una portavoz de Sareb expresó que, "el plan de contingencia es el plan de desinversion", que se trata de vender casi la mitad de los activos en un plazo de cinco años y pagar la mitad de la deuda.
Eso reforzaría la posición de capital de Sareb, indicó, y agregó que el vehículo dispone de suficiente capital en estos momentos para llevar a cabo su estrategia en relación con los activos de los que dispone.
España ya ha tenido que desembolsar más dinero para ayudar a vender algunos bancos rescatados.
Después de no conseguir vender la nacionalizada CatalunyaBanc en febrero, por la exigencia de mayores garantías contra futuras pérdidas por parte de los ofertantes, el gobierno se vio obligado el mes pasado a inyectar 245 millones de euros adicionales en el nacionalizado Banco Gallego para lograr su venta a Banco Sabadell por un euro.
Aunque sea una cantidad pequeña comparado con los miles de millones ya inyectados en el sistema, la necesidad de un aumento de capital descubrió las preocupaciones relacionadas todavía con las entidades rescatadas.
España todavía posee la totalidad de tres bancos, incluyendo Bankia, controla otra entidad, Banco Mare Nostrum, y podría acabar controlando Banco CEISS, si su venta a Unicaja no prospera.
Estos bancos y otros saneados son cada vez más vulnerables a la morosidad, especialmente de las pequeñas empresas prestatarias, ante un empeoramiento de la economía española. Por ahora, ese hecho se ve principalmente como una amenaza para los beneficios.
Aunque la mayoría de los bancos sostienen que han acumulado suficiente capital para contrarrestar las crecientes provisiones para la morosidad, un puñado de analistas todavía cree que algunos tendrán que hacer más para protegerse de los problemas al margen del sector inmobiliario.
El Banco de España dijo endureció el martes los criterios contables de refinanciaciones, una medida que podría forzar a las entidades a reconocer una morosidad mayor.
La agencia de calificación Moody's estimó el pasado octubre que los bancos tenían un agujero de 100.000 millones de euros, comparado con los 54.000 millones que calculó Oliver Wyman en su prueba de estrés.
"A pesar de los acontecimientos, es difícil ver que se puedan cancelar los 100.000 millones de euros", dijo Alberto Postigo, analista de Moody's.

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