TAIPEI.- El conflicto entre Taiwán y Filipinas por la muerte, el
9 de mayo, de un pescador taiwanés debido a disparos de una patrullera
filipina, afectará negativamente a la economía de ambas partes,
señalaron hoy expertos en Taiwán.
Taipei ha impuesto 11 sanciones a Filipinas, hasta que Manila se
disculpe formalmente sin reservas, lleve a cabo una investigación a
fondo sobre la muerte del pescador taiwanés, castigue a los
responsables, compense a la familia de la víctima y acepte negociar un
acuerdo pesquero.
Entre las sanciones, la congelación de los contratos a obreros
filipinos y la alerta roja para los viajes a Filipinas son las que
tienen un efecto económico más directo y medible, ya que afectará al
mercado laboral y al turismo.
En la actualidad hay 87.000 obreros filipinos en Taiwán, que según
datos del Banco Central de Filipinas remitieron a su país 167,98
millones de dólares, y que trabajan en Taiwán en fábricas de la alta
tecnología, servicio doméstico y cuidado de enfermos, entre otros
empleos.
Como los empleados filipinos necesitan renovar su contrato cada tres
años, se produce una contratación anual de unos 35.000 filipinos, y con
la congelación del procesamiento de permisos, en un año la mano de obra
filipina en la isla habrá disminuido en un tercio, apuntan fuentes del
sector.
El ministro taiwanés de Economía, Chang Chia-juch, dijo ante una
comisión parlamentaria, el jueves, que confía "en que las empresas
podrán afrontar el impacto de las sanciones a Filipinas".
El sector empresarial de Taiwán ha expresado su apoyo al Gobierno en
estas sanciones y el presidente de la Federación Nacional de Industrias,
Rock Hsu, ha prometido la cooperación del empresariado, aunque deban
absorber algunas pérdidas.
En turismo, 216.511 turistas taiwaneses fueron a Filipinas en 2012,
lo que supuso un alza del 22,98 por ciento con respecto al año anterior,
según datos del Departamento de Turismo de Filipinas, y en Taiwán
calculan unas pérdidas anuales para ese país de 125 millones de dólares.
El comercio y las inversiones entre los dos países se verán afectados
si persisten las tensiones, advirtió el ministro taiwanés de Desarrollo
y Planificación Económicos, Kuan Chung-ming, aunque por el momento no
se ha prohibido el comercio ni se ha pedido a los inversores taiwaneses
que abandonen Filipinas.
Taiwán espera que el comercio, a pesar de las tensiones, se mantenga,
aunque dejará de crecer, y que los inversionistas isleños se sientan
menos motivados para ir a Filipinas y que algunos traten de volver a
Taiwán.
En 2012, el comercio bilateral total entre Taiwán y Filipinas fue de
8.880 millones de dólares, con un superávit a favor de Taiwán de 6.700
millones de dólares, el equivalente al 1,5 por ciento del Producto
Interno Bruto de la isla, según datos del Ministerio taiwanés de
Economía.
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