PARÍS.- El Gobierno francés incluirá en el
presupuesto para 2014 el impuesto del 75% a las retribuciones superiores
al millón de euros, que tendrá una vigencia de dos años, según anunció
el ministro de Economía y Finanzas galo, Pierre Moscovici, en una
entrevista al diario 'Les Echos'.
"Después de varios meses de consultas, (el Gobierno) ha decidido
concentrar la acción legislativa sobre el impuesto del 75% a los
salarios superiores a un millón de euros, que será pagado por el
empleador. Será presentado al Parlamento en el presupuesto de 2014 y se
limitará a dos años de duración", explica Moscovici.
Por el contrario, el titular de Economía y Finanzas confirmó que
el Gobierno "no irá más allá en el ámbito legislativo" y renunciará a un
proyecto de ley específico sobre la gobernanza de las empresas que
incluya medidas para evitar las remuneraciones excesivas.
A este respecto, señaló que la pasada semana se reunió con los
representantes de las patronales galas, quienes se comprometieron a
realizar avances en este sentido y a permitir que los accionistas puedan
pronunciarse sobre la remuneración de los dirigentes.
"Nuestro objetivo es evitar la fijación de reglas en una ley,
cuando estas se ven obligadas a evolucionar constantemente en un entorno
internacional cambiante. Preferimos una autoregulación exigente. Pero
atención, si las decisiones anunciadas no están a la altura, nos
reservamos la posibilidad de legislar", advirtió.
Sobre las recomendaciones para los Estados miembros que la
Comisión Europea publicará el próximo miércoles, Moscovici confió en que
se reconozca el esfuerzo "sin precedentes" realizado por Francia.
"Teniendo en cuenta las conversaciones mantenidas, creo poder decir que
la Comisión aprobará las reformas que hemos presentado", remarcó.
En este sentido, subrayó que Francia no es considerado el "alumno
enfermo de la clase europea", sino como "un gran país líder". Además,
aseguró que los puntos de convergencia con Bruselas son "muy grandes" y
que el Gobierno seguirá haciendo esfuerzos para reducir el déficit
estructural y el gasto público.
El ministro de Economía y Finanzas incidió en que los nuevos
plazos propuestos por el Ejecutivo francés para reducir el déficit al 3%
supone un "esfuerzo considerable" que, en su opinión, será considerado
"suficiente".
"Ir más allá sería llevar a cabo un sobreajuste y pondría en
peligro la recuperación del crecimiento. Esta es la diferencia entre la
seriedad, que reivindicamos, y la austeridad, a la que nos negamos",
agregó.
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