BRUSELAS.- Los jefes de Estado y de Gobierno de los
Veintisiete acordarán este miércoles "redoblar los esfuerzos" para
combatir el fraude fiscal y evitar que las grandes multinacionales como
Apple o Google aprovechen las diferencias entre los Estados miembros
para esquivar el pago de impuestos. No obstante, del Consejo Europeo
saldrá sólo un "impulso político" contra la evasión fiscal, pero sin
medidas concretas.
En una breve cumbre de apenas cuatro horas, los líderes europeos
no tienen previsto abordar ninguno de los temas urgentes relacionados
con la crisis y sobre los que persisten fuertes divisiones, como la
unión bancaria, las iniciativas para reactivar el crédito a las pymes o
los fondos contra el paro juvenil. Todas estas cuestiones se aplazan al
Consejo Europeo de finales de junio, según han explicado fuentes
europeas.
Además del fraude fiscal, el otro gran tema en la agenda de la
cumbre es cómo contener el aumento de los precios del gas y la
electricidad, que dañan la competitividad de la industria europea frente
a Estados Unidos o China, pero tampoco en este apartado se aprobarán
medidas concretas. Finalmente, los líderes europeos debatirán brevemente
la situación en Siria.
La UE pierde cada año cerca de un billón de euros de ingresos
debido al fraude fiscal, de acuerdo con los datos de Bruselas. Esta
cifra equivale al doble del déficit combinado de todos los Estados
miembros en 2012, al gasto sanitario en toda la UE en 2008, a seis veces
el presupuesto anual de la UE o a la inversión que se necesita en
infraestructuras energéticas de aquí a 2020, según ha dicho el
presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.
"Es una enorme cantidad de dinero como para simplemente dejarla
escapar a través de la red", ha resaltado Barroso en un discurso ante el
pleno de la Eurocámara. "Nuestras actuaciones a nivel nacional, europeo
e internacional deben acelerarse y coordinarse mejor", ha insistido.
"En un momento de restricciones presupuestarias y recortes de
gasto, combatir el fraude y la evasión fiscal es más que una cuestión de
justicia fiscal. Se ha convertido en algo esencial para la
aceptabilidad de la consolidación fiscal", escribe el presidente del
Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en su carta de invitación a los
líderes europeos.
Los líderes europeos presionarán a Luxemburgo y Austria -únicos
países de la UE que mantienen el secreto bancario- para que levanten su
veto a la nueva directiva sobre fiscalidad del ahorro, bloqueada desde
que Bruselas la propuso en 2008. Su objetivo es acabar con las "lagunas"
de la normativa vigente extendiendo el intercambio de información sobre
cuentas bancarias de extranjeros "a fondos de inversión, pensiones,
instrumentos financieros innovadores y pagos realizados a través de
trusts y fundaciones".
Pese al reciente impulso a la lucha contra el fraude fiscal a
nivel internacional, Luxemburgo y Austria impidieron de nuevo la semana
pasada que se aprobara esta directiva alegado que provocaría una fuga de
capitales a otros centros financieros. Y se limitaron a aprobar un
mandato para negociar acuerdos de intercambio de información con Suiza,
Andorra, San Marino, Liechtenstein y Mónaco.
Tampoco en la cumbre se espera que los dos países suavicen su
postura ya que se marca como objetivo la aprobación de la directiva
antes de fin de año.
"Mañana, en el Consejo Europeo, presionaré para lograr un
compromiso político sobre un principio muy simple: que el 1 de enero de
2015 la UE tenga el intercambio automático de información para todas las
formas de ingresos", ha anunciado Barroso.
Para ello, el Ejecutivo comunitario presentará en breve una
propuesta para extender la directiva sobre cooperación administrativa
(que ya cubre el intercambio automático en ingresos de trabajo,
pensiones y seguros) a otros tipos como dividendos y beneficios de
capital.
En cuanto a las multinacionales que esquivan impuestos, el
Consejo Europeo pedirá "adelantar los trabajos por lo que respecta a las
recomendaciones de la Comisión sobre la planificación fiscal agresiva y
el traslado de beneficios". Bruselas ha propuesto que los Estados
miembros incluyan en sus regímenes fiscales nacionales una "cláusula
anti-abuso" para obligar a las empresas a tributar de acuerdo con sus
"actividades económicas reales" en su territorio.
Además, el Ejecutivo comunitario "se propone presentar antes de
fin de año una propuesta de revisión de la directiva sobre sociedades
matrices y filiales y está examinando las disposiciones contra los
abusos recogidas en la correspondiente legislación de la UE", según se
recoge en el proyecto de conclusiones.
Los líderes europeos pedirán finalmente trasladar estos esfuerzos
a foros internacionales, en particular a la OCDE, con el fin de
"garantizar que los terceros países cumplan normas adecuadas de buena
gobernanza en el ámbito fiscal".
En materia energética, la UE se enfrenta a un aumento de la
dependencia energética -que crecerá hasta el 80% en 20135- y a la subida
de los precios del gas (que es cuatro veces más caro para la industria
en la UE que en EEUU) y de la electricidad (el doble). "Las facturas
energéticas están subiendo y representan un porcentaje de entre el 7 y
el 17% del gasto medio de los hogares en diferentes Estados miembros",
ha alertado Barroso.
Los líderes europeos, explican las fuentes consultadas, descartan
una "revolución del gas pizarra" en la UE similar a la que ha vivido
Estados Unidos, aunque creen que el 'fracking' "puede ser parte de la
respuesta en algunos Estados miembros".
"Necesitamos un enfoque equilibrado en toda la UE para usar el
potencial de hidrocarburos no convencionales, como el gas pizarra, sobre
el que la Comisión está preparando una iniciativa", ha dicho Barroso.
Por lo demás, los líderes europeos pedirán que se complete el año
que viene el mercado interior de la energía, que se faciliten las
inversiones públicas y privadas, que se diversifiquen los suministros y
que mejore la eficiencia energética.
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