LISBOA.- Los democristianos del CDS-PP, el partido minoritario
que garantiza la estabilidad del Gobierno luso, lanzaron duras críticas a
la troika por el doble discurso que mantienen los organismos
internacionales que prestan su ayuda financiera al país.
En su primera intervención después del anuncio de nuevas medidas de
austeridad realizado por el Ejecutivo el pasado viernes, el ministro de
Exteriores luso y líder del CDS-PP, Paulo Portas, se reafirmó hoy en su
apoyo a la coalición gubernamental y reprochó a la UE y al Fondo
Monetario Internacional su falta de flexibilidad.
Portas admitió que se siente "perplejo" cuando algún responsable de
la Comisión Europea, el Banco Central Europeo o el FMI "habla de poner
límites a la austeridad y avanzar urgentemente con políticas de
crecimiento" que después sin embargo no aplican los técnicos de estos
mismos organismos encargados de controlar el cumplimiento del programa
de ajustes acordado con Portugal a cambio de su rescate.
En este sentido, recordó que su partido ya consideró hace meses que
colocar el objetivo de reducción del déficit público en el 4 % del PIB
para 2014, como hizo la troika, es difícilmente alcanzable.
"Es verdad que el esfuerzo de Portugal ya nos ha permitido tener
mejores condiciones que las iniciales en materia de déficit y también
disponer de más tiempo para reembolsar el dinero que nos prestaron, pero
defendemos objetivos más realistas", explico.
En su opinión, la declaración de intenciones de los responsables de
la UE y el FMI "debe reflejarse también en los equipos que dirigen",
entre ellos el que fiscaliza los avances de Portugal.
Portas repasó durante su intervención los principales ajustes
anunciados el viernes por el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, y
aseguró que estos fueron consensuados con los democristianos.
El secretario general del CDS-PP (considerado el partido situado más a
la derecha de todo el arco parlamentario) hizo una única salvedad con
la idea del Ejecutivo de estudiar la implementación de una contribución
extraordinaria a los pensionistas.
"Es la medida más problemática, especialmente en un país donde parte
de los más pobres son mayores. Es la línea que no puedo atravesar",
advirtió.
Portas aseguró que el primer ministro entiende la posición de su
partido, por lo que ya se ha comprometido a buscar otras "medidas
suplementarias" dirigidas a recortar los gastos de funcionamiento del
Estado.
Por contra, dio su beneplácito expreso al resto de ajustes,
concretamente la eliminación de 30.000 funcionarios (el objetivo del
Ejecutivo es hacerlo inicialmente a través de rescisiones de mutuo
acuerdo) y el alargamiento de la jornada laboral de los trabajadores
públicos, de 35 a 40 horas semanales.
Sobre el alargamiento de la edad de jubilación de los 65 a los 66
años, el líder del CDS-PP incidió en que la medida deberá ser negociada
previamente con los agentes sociales.
Portas dedicó buena parte de su discurso a recordar la grave
situación que atraviesa Portugal, todavía bajo el "protectorado" de la
troika, sumido en la recesión, con niveles récord de desempleo y que
debe volver a lo largo de este año a emitir deuda a largo plazo con
normalidad.
Precisamente por las circunstancias excepcionales que vive el país
defendió la conveniencia de estas últimas reformas, encaminadas a cortar
más de 4.000 millones de euros entre 2013 y 2015, y aseveró que las
medidas podrían haber sido incluso más gravosas, sobre todo si se
hubiera optado por un nuevo aumento de impuestos.
También abogó por mantener "abiertos" los canales de diálogo con el
principal partido de la oposición, el socialista, pese a que este y el
resto de fuerzas políticas de izquierda ya hayan mostrado su frontal
rechazo a los últimos ajustes del Gobierno luso.
Los conservadores portugueses llegaron al poder hace ahora casi dos
años y cuentan con mayoría absoluta en el Parlamento gracias a la
coalición formada por los socialdemócratas del PSD (108 diputados) y los
democristianos del CDS-PP (24 escaños).
No hay comentarios:
Publicar un comentario