ESTRASBURGO.- El pleno de la Eurocámara ha respaldado este
miércoles la norma que encomienda al Banco Central Europeo (BCE) la
supervisión de la banca de la eurozona, pero le ha reclamado más
transparencia en su nueva tarea. Los parlamentarios retrasan la
aprobación final de la legislación hasta lograr un acuerdo con el BCE
sobre el nuevo mecanismo de rendición de cuentas.
Los eurodiputados consideran que los poderes del supervisor, ya
sean aquellos de nueva creación o las competencias transferidas a la UE,
deben ir acompañados de un mecanismo claro de responsabilidad que
garantice su control democrático. El BCE debe ser más abierto y rendir
más cuentas como supervisor bancario que como artífice de la política
monetaria de la UE, tanto ante la Eurocámara como ante los parlamentos
nacionales.
Los nuevos poderes de control del Parlamento Europeo sobre el BCE
en su calidad de supervisor único deberán reflejarse en un acuerdo
interinstitucional. Además, los parlamentos nacionales deberán dar su
opinión sobre la nueva estructura de supervisión.
El voto final de las reglas que convertirán al BCE en supervisor
único se pospone por ello hasta que se firme el acuerdo
interinstitucional.
La creación de un supervisor bancario único es uno de los tres
pilares de la unión bancaria que trata de construir la UE para romper el
"círculo vicioso" entre deuda bancaria y deuda soberana. También es la
condición previa para que el mecanismo europeo de estabilidad (MEDE)
pueda recapitalizar directamente los bancos con problemas, sin que la
ayuda cuente como deuda pública.
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