SAN PETESBURGO.- La canciller alemana Angela Merkel dijo el viernes al presidente ruso Vladimir Putin que el arte alemán tomado por los soviéticos tras la II Guerra Mundial debería ser devuelto a Alemania, una reivindicación que el líder ruso rechazó rápidamente.
El tenso intercambio sucedió cuando inauguraban una exposición en el
museo del Hermitage en San Petersburgo durante un viaje de Merkel a
Rusia. La muestra sobre la edad de bronce incluye 600 elementos
artísticos que la Unión Soviética se llevó como reparaciones de guerra,
según el Gobierno alemán.
Merkel dijo que era un paso importante que las obras se expusieran al público por primera vez.
"Nuestra opinión es que esas piezas en exhibición deberían volver a Alemania", dijo.
Putin contestó que era hora de dejar de hacerse reclamaciones mutuas
de repatriación, o de lo contrario Turquía podría demandar la
devolución de arte en poder de Alemania. El mandatario ruso dijo que al
ciudadano medio no le importaba si el arte se exhibía en Berlín, San
Petersburgo, Moscú o Turquía.
Según la Universidad Humboldt de Berlín, los soviéticos se llevaron
más de un millón de libros y miles de obras de arte al finalizar la
guerra.
Muchas piezas aún no han sido rastreadas y sigue siendo un asunto espinoso entre ambos países.
La exposición del Hermitage "La edad de bronce en Europa: Europa sin
fronteras" abre al público el sábado, en el aniversario de la invasión
nazi de la Unión Soviética.
Según la web del Hermitage, la exhibición incluye elementos de una
colección conocida como el Tesoro de Priam, que fue descubierto por el
arqueólogo alemán Heinrich Schliemann en el siglo XIX.
Previamente el viernes, parecía que el viaje de Merkel a Rusia iba a
quedar eclipsado por una disputa sobre el acto en el museo, cuando un
portavoz del Gobierno alemán en Berlín, Görg Streiter, dijo que Rusia
había cancelado el evento, alegando que "era imposible que el anfitrión
encontrara un hueco".
Los medios alemanes rápidamente tomaron el aparente cambio de última
hora como una señal del deterioro de las relaciones entre ambos países,
proclamando el "escándalo por el arte saqueado" y escribiendo que
"Putin es un diplomático miserable".
Pero después Putin negó las especulaciones de que se produjo una
pelea y dijo que la visita al museo transcurría según lo previsto. Dijo
que había habido incertidumbre sobre si llegaría a tiempo al evento.
Merkel estaba en Rusia para dirigirse a un foro económico en San Petersburgo que Putin organizaba.
Abordando el asunto de devolver las obras de arte, Putin dijo
previamente: "Creo que es un asunto muy sensible para las sociedades
civiles en ambos países... Así que si queremos progresar, no deberíamos
sacar de quicio el problema sino buscar modos de resolverlo".
"Probablemente no deberíamos comenzar una discusión ahora porque
aparecerán personas en el lado ruso que evaluarían el daño hecho a
nuestro arte durante la Segunda Guerra Mundial", agregó.
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