NUEVA YORK.- La reciente decisión de la Comisión Europea
de relajar los objetivos de reducción de déficit a media docena de
países de la eurozona, incluídos España y Francia, no tiene
implicaciones inmediatas para los 'ratings' de estos emisores soberanos,
ya que esta decisión no representa un abandono de las políticas de
consolidación fiscal, sino una aproximación más gradual.
Los recientes movimientos de las autoridades europeas para
relajar su postura respecto a la austeridad "no señala necesariamente un
alejamiento de la consolidación fiscal", según la agencia, que, por lo
tanto, no aprecia efectos inmediatos sobre las calificaciones soberanas
en la eurozona.
"En nuestra opinión, la aproximación política de los gobiernos de
la eurozona fundamentalmente no ha cambiado", afirmó Moritz Kraemer,
analista de S&P, quien considera este cambio en la retórica empleada
"el reconocimiento de una aproximación más gradual".
Sin embargo, la calificadora de riesgos advierte de que en caso de
observar "una postura más agresiva de las autoridades hacia el
relajamiento fiscal" podría ser necesario valorar esta decisión en vista
de los desafíos a largo plazo que deben afrontar Europa y buena parte
del mundo desarrollado ante el rápido envejecimiento de sus poblaciones.
"Probablemente no cambiaríamos nuestros 'ratings' si se
registrara una demora temporal en los progresos en la consolidación
fiscal de un país mientras apreciáramos evidencias de una estrategia
viable para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas y el
crecimiento económico a largo plazo", añadió el analista.
De hecho, Kraemer asegura que la metodología de S&P no está
enfocada haciala austeridad, aunque sí resulta sensible a múltiples
factores que puedan afectar a la solvencia de un emisor soberano a lo
largo del tiempo.
"No abogamos por la austeridad como la panacea para los problemas de endeudamiento de los gobiernos", afirmó.
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