LONDRES.- Los líderes del grupo de los ocho países más
poderosos del mundo (G8) han defendido tras su última cumbre que las
autoridades fiscales de todo el mundo compartan "de forma automática" su
información para luchar contra el "azote de la evasión fiscal".
Este es uno de los diez puntos recogidos en la Declaración de
Lough Erne, en la que también reclaman que los países cambien aquella
legislación que permite a las compañías mover sus beneficios de unos
países a otros países y que las multinacionales informen a las
autoridades fiscales qué impuestos pagan en cada lugar.
"Las empresas privadas impulsan el crecimiento, reducen la pobreza
y crean empleo y prosperidad para todos los ciudadanos del mundo. Los
gobiernos tienen una responsabilidad especial para establecer normas
adecuadas y promover una buena gobernanza. Tasas justas, una mayor
transparencia y el libre comercio son factores fundamentales para ello",
afirman en la declaración.
En esta línea, los países del G-8 consideran que las compañías
deberían saber quiénes son realmente sus dueños y los recaudadores de
hacienda y las fuerzas del orden deberían poder obtener esa información
con facilidad.
Además, señalan que los países en desarrollo deberían tener la
información y la capacidad de recaudar los impuestos que les
corresponden y que otros países tienen el deber de ayudarlos.
Por otro lado, la declaración reclama que las empresas dedicadas a
la extracción informen de los pagos a todos los gobiernos, quienes a su
vez deben publicar los ingresos obtenidos de estas empresas.
Asimismo, remarca que los minerales deben ser de origen legítimo,
"y no saqueados de las zonas de conflicto", y que las operaciones con
suelo sean transparentes, "respetando los derechos de propiedad de las
comunidades locales".
El G-8 también defiende que los gobiernos reduzcan los niveles de
proteccionismo y acuerden nuevos acuerdos comerciales que impulsen el
empleo y el crecimiento en todo el mundo. Además, insta a los países a
eliminar la burocracia innecesaria en las fronteras y hacer más fácil y
más rápido el movimiento de bienes entre países en desarrollo.
Por último, las principales economías del mundo apuestan por
publicar informaciones sobre leyes, presupuestos, gastos, estadísticas
nacionales, elecciones y contratos públicos de una forma que sea fácil
de leer y permita reutilizarla, para que así los ciudadanos puedan pedir
cuenta a los gobiernos.
Lagarde lo celebra
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha celebrado que los líderes del grupo de los ocho países más poderosos del mundo (G8) hayan incluido en la agenda de la cumbre la transparencia y los problemas fiscales a nivel internacional, ya que la evasión y la elusión fiscal se han convertido en un "riesgo y una amenaza" para la recuperación económica.
"La elusión y la evasión fiscal internacional han emergido como uno de los riesgos más importantes para los ingresos de los gobiernos y como una amenaza para la credibilidad de los sistemas fiscales a ojos de los ciudadanos, tanto en los países avanzados como en los países en desarrollo", señala Lagarde en un comunicado.
La directora gerente del FMI señala que en un momento en el que todos los gobiernos necesitan medidas adicionales de ingresos, bien para reducir su deuda tras la crisis o bien para financiar inversiones claves para el desarrollo, "combatir la evasión fiscal y hacer frente a la elusión fiscal deberían estar a la cabeza de la lista de posibles medidas recuadadoras".
Por ello, elogió a los líderes del G-8 por los diez principios recogidos en la Declaración de Lough Erne, ya que el compromiso con unos impuestos justos, una mayor transparencia y el libre comercio apoyarán el compromiso general de mantener unas sólidos políticas macroeconómicas y restuarar un crecimiento más fuerte y la creación de empleo.
Lagarde ha agradecido a los líderes del G-8 que hayan invitado al FMI a abordar las cuestiones relacionadas con la fiscalidad global y recalcó que la institución ha trabajado estrechamente con sus países miembros y con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y otras institucionales internacionales para promover unas políticas fiscales sólidas a nivel global.
"Los regímenes fiscales y la transparencia fiscal desempeñan un papel prominente en nuestra asistencia técnica y en el análisis económico y el asesoramiento sobre políticas que realizamos, incluidas las medidas que promueven sistemas fiscales equitativos y eficientes, así como una administración tributaria más fuerte", agrega.
Lagarde lo celebra
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha celebrado que los líderes del grupo de los ocho países más poderosos del mundo (G8) hayan incluido en la agenda de la cumbre la transparencia y los problemas fiscales a nivel internacional, ya que la evasión y la elusión fiscal se han convertido en un "riesgo y una amenaza" para la recuperación económica.
"La elusión y la evasión fiscal internacional han emergido como uno de los riesgos más importantes para los ingresos de los gobiernos y como una amenaza para la credibilidad de los sistemas fiscales a ojos de los ciudadanos, tanto en los países avanzados como en los países en desarrollo", señala Lagarde en un comunicado.
La directora gerente del FMI señala que en un momento en el que todos los gobiernos necesitan medidas adicionales de ingresos, bien para reducir su deuda tras la crisis o bien para financiar inversiones claves para el desarrollo, "combatir la evasión fiscal y hacer frente a la elusión fiscal deberían estar a la cabeza de la lista de posibles medidas recuadadoras".
Por ello, elogió a los líderes del G-8 por los diez principios recogidos en la Declaración de Lough Erne, ya que el compromiso con unos impuestos justos, una mayor transparencia y el libre comercio apoyarán el compromiso general de mantener unas sólidos políticas macroeconómicas y restuarar un crecimiento más fuerte y la creación de empleo.
Lagarde ha agradecido a los líderes del G-8 que hayan invitado al FMI a abordar las cuestiones relacionadas con la fiscalidad global y recalcó que la institución ha trabajado estrechamente con sus países miembros y con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y otras institucionales internacionales para promover unas políticas fiscales sólidas a nivel global.
"Los regímenes fiscales y la transparencia fiscal desempeñan un papel prominente en nuestra asistencia técnica y en el análisis económico y el asesoramiento sobre políticas que realizamos, incluidas las medidas que promueven sistemas fiscales equitativos y eficientes, así como una administración tributaria más fuerte", agrega.
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