BRUSELAS.- Los inspectores de la troika -formada por la
Comisión, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario
Internacional (FMI)- han pedido este lunes al Gobierno español que
mantenga la "vigilancia" sobre la calidad de los activos de la banca por
si, debido al deterior de la situación económica, fuera necesario
inyectar capital adicional más allá de los 40.000 millones de euros ya
desembolsados de la línea de crédito de 100.000 millones concedida por
la UE.
"Por ahora no tenemos ninguna indicación de que la banca
española vaya a necesitar más dinero, pero vamos a seguir vigilando la
situación. Quedan seis meses hasta el final del programa", ha explicado
el portavoz de Asuntos Económicos de la Comisión, Simon O'Connor.
La troika reclama además a España que supervise la aplicación de las
normas para paliar los desahucios con el fin de garantizar que no tengan
un impacto negativo sobre la estabilidad financiera. La recomendación
se dirige tanto a la normativa estatal como al decreto andaluz
antidesahucios, que prevé la expropiación temporal de pisos a la banca,
según han explicado fuentes comunitarias.
"El programa (para el
sector bancario español) continua por el buen camino", subrayan en dos
informes paralelos -uno de la Comisión y el BCE y el otro del FMI- los
inspectores de la troika que visitaron Madrid del 21 al 31 de mayo.
"El cumplimiento de las condiciones del memorándum de entendimiento
casi se ha completado y se han realizado logros a la hora de reforzar el
marco de gobernanza, regulación y supervisión del sector bancario",
resaltan los inspectores. Además, la reestructuración de las entidades
con problemas se está produciendo de acuerdo con el calendario pactado.
"No obstante, los riesgos para la economía y por tanto para el sector
financiero siguen siendo elevados, ya que España sigue atravesando un
proceso difícil de corrección de los grandes desequilibrios previos a la
crisis", subraya en particular el dictamen del FMI. Estos riesgos se
deben al alto paro, la contracción de la actividad, la elevada deuda
privada y exterior y el rápido aumento de la deuda pública
Es
por ello que la troika pide al Gobierno mantener "un control estrecho
sobre el sistema para preservar la estabilización final de las
instituciones de crédito". Este control es necesario debido a "la
adversa situación económica, la continua necesidad de desapalancamiento
del sector no financiero español y el ajuste en el mercado inmobiliario,
que siguen afectando severamente a los volúmenes de crédito y a la
calidad de los activos".
"La vigilancia se requiere para ayudar a garantizar que estas
tendencias positivas en la estabilización del sector financiero español
puedan mantenerse", insiste el informe de la Comisión y el BCE. "El
diagnóstico en marcha sobre la evolución de la calidad de los activos,
la situación de solvencia y la resistencia de los bancos españoles sigue
siendo importante en este contexto", apunta.
En este sentido,
el FMI celebra las nuevas reglas del Banco de España para determinar la
clasificación de los créditos refinanciados. "La rigurosa aplicación de
estos criterios ayudará a garantizar unas provisiones adecuadas para las
pérdidas crediticias", apunta el informe del Fondo, que reclama no
obstante que las medidas para mejorar la solvencia que se pongan en
marcha "no contribuyan a exacerbar unas condiciones crediticias que ya
son muy restrictivas".
Por lo que se refiere a las medidas para
paliar los desahucios, los inspectores señalan que "la aplicación de la
nueva ley sobre esta cuestión debe vigilarse para evaluar si el
equilibrio entre las preocupaciones justificadas de los deudores
hipotecarios y las preocupaciones imperativas de estabilidad financiera
es apropiado o si se requieren ajustes para garantizar la estabilidad
financiera".
Además, la Comisión y el BCE piden a España que
cumpla las recomendaciones de política económica del pasado 29 de mayo,
en particular la consolidación fiscal "gradual" de acuerdo con el nuevo
calendario y el refuerzo de la administración pública.
En
cuanto a la reforma de la legislación que afecta al sector financiero,
las únicas normas pendientes que identifica la troika son la reforma de
la ley de cajas de ahorros y el cambio de los procedimientos de
supervisión del Banco de España. Además, reclama que se completen las
quitas a los tenedores de preferentes y deuda subordinada de las
entidades rescatadas.
Además
de las medidas nacionales, desde un punto de vista europeo, la
institución dirigida por Christine Lagarde, reclama una implementación
"oportuna" de la unión bancaria y garantizar el mantenimiento de una
política monetaria suficientemente acomodaticia.
En todo caso,
la troika constata que "los mercados financieros españoles se han
estabilizado todavía más desde la última revisión, y el interés de los
bonos soberanos y corporativos ha caído con una menor volatilidad".
"En
paralelo, la situación de liquidez del sector bancario español ha
seguido mejorando. Ello ha permitido a los bancos españoles recuperar
más acceso a la financiación de los mercados y reducido su dependencia
de la financiación del banco central", apunta.
También ha
mejorado la solvencia del sector debido a la recapitalización de parte
de las entidades y de la transferencia de sus activos inmobiliarios al
banco malo (Sareb), de forma que las ratios de solvencia están por
encima de las exigencias regulatorias.
"La Sareb se enfrenta ahora al
reto fundamental de gestionar con éxito y desprenderse de la cartera de
activos en el marco de unas condiciones de mercado todavía muy difíciles
para la vivienda en España", señalan los inspectores.
La próxima misión de la troika a Madrid tendrá lugar en septiembre.
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