PEKÍN.- El índice oficial de gerentes de compra (PMI) de China subió a 50,8
en mayo desde el 50,6 de abril, mostró el sábado un sondeo oficial,
superando las expectativas del mercado y generando optimismo respecto a
que la segunda mayor economía del mundo pueda estar estabilizándose.
Los inversores tendrán una imagen más completa de la economía de
China el lunes, cuando se publique el PMI oficial de servicios junto con
el sondeo final de HSBC que se concentra en las empresas pequeñas y
medianas del sector privado en el país.
El PMI oficial, emitido por la Oficina Nacional de Estadísticas y
la Federación China de Logística y Compras, indicó que la actividad del
amplio sector manufacturero de China se recuperó levemente en mayo.
La cifra fue superior a las expectativas del mercado de 50,1 puntos en un sondeo de Reuters.
Una cifra sobre 50 puntos indica una expansión de la actividad, mientras que bajo ese nivel apunta a una contracción.
"La leve recuperación del PMI en mayo refuerza las señales de
estabilización de la economía", dijo Zhang Liqun, economista del Centro
de Investigación del Desarrollo, un grupo gubernamental de expertos en
Pekín, en un comunicado enviado por correo electrónico que acompañó al
índice.
El crecimiento económico anual de China se desaceleró a un 7,7
por ciento en el primer trimestre, desde un 7,9 por ciento en los tres
meses previos, a pesar del crecimiento del crédito impulsado por una
floreciente financiación en la sombra.
El subíndice que mide las nuevas órdenes subió a 51,8 en mayo
desde el 51,7 de abril, lo que indica una demanda levemente más fuerte
por bienes chinos. El subíndice de nuevas órdenes de exportación también
subió a 49,4 desde 48,6.
Cargada con un exceso de capacidad, las industrias de China están
luchando con una débil demanda, mientras la campaña de Pekín contra las
extravagancias de responsables estatales ha tenido un coste sobre el
consumo doméstico.
El sondeo anticipado del PMI patrocinado por HSBC publicado la
semana pasada mostró que el sector industrial de China se contrajo por
primera vez en siete meses en mayo debido a una caída de las nuevas
órdenes, un inesperado pobre resultado que provocó preocupación en los
mercados financieros globales.
El PMI oficial, que se concentra en las grandes empresas de
propiedad estatal, generalmente ha sido más favorable que el sondeo
privado, que apunta a compañías pequeñas.
El Fondo Monetario Internacional recortó esta semana su
estimación de crecimiento económico para China en el 2013 a un 7,75 por
ciento desde un 8 por ciento, mientras que la OCDE rebajó su proyección
de expansión a un 7,8 por ciento desde su cifra anterior de un 8,5 por
ciento.
Muchos economistas privados han rebajado sus estimaciones luego
de una débil dato de producción industrial y rendimiento de la inversión
en abril y flojas cifras de la actividad industrial en mayo.
La falta de fuerza de la economía podría hacer difícil que el
Gobierno cumpla su meta de crecimiento de un 7,5 por ciento este año,
dijeron analistas.
Los líderes chinos están reacios a introducir nuevas medidas de
estímulo para apoyar a la economía, debido a que temen que un mayor
gasto estatal pueda llevar a una mayor aceleración de la expansión del
crédito y crear una burbuja inmobiliaria.
El primer ministro Li Keqiang dijo el mes pasado que China tiene
espacio limitado para utilizar el gasto del gobierno y políticas de
estímulo para impulsar a su economía, aunque Pekín ha estado presionando
por reformas estructurales para ponerla en un mejor pie.
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