MADRID.- El presidente del consejo consultivo de la
Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), Victorio Valle, ha asegurado que
centrarse exclusivamente en la contención del déficit público "sirve de
poco" mientras el 'stock' de deuda siga creciendo.
Así lo señala Valle en el artículo publicado en la revista
'Economistas', donde recuerda que el interés
de la deuda y la prima de riesgo dependen del volumen de deuda que hay
que renovar o de primera emisión.
El déficit público cerró el año pasado en el 10,6% si se tienen en
cuenta las ayudas a la banca, mientras que la deuda se elevó al 84,2%.
El Gobierno espera reducir el saldo negativo de las cuentas públicas a
lo largo de 2013, pero reconoce que la deuda seguirá creciendo y
alcanzará el 91,4% del PIB.
De hecho, sólo en el primer trimestre del año, este indicador se
ha incrementado en 39.438 millones de euros y ha alcanzado un volumen
total de 923.311 millones, el 87,8% del PIB y la cifra más alta de toda
la serie histórica, que arranca en 1990.
Valle explica que las mejoras de déficit van acompañadas de dos
cambios menos satisfactorios, como la menor reducción del desahorro
bruto y la "fuerte elevación" de la necesidad de endeudamiento que debe
ser controlada en el futuro.
Sobre la evolución del déficit en 2012, el presidente del consejo
consultivo de Funcas recuerda en los últimos meses del año se frenaron
devoluciones de ingresos y se anticiparon ingresos a cuenta, sobre todo
en el Impuesto de Sociedades.
En este sentido y de ser cierta esta creencia, Valle afirma que se
estaría trasladando una parte del déficit de 2012 a 2013 sin ninguna
utilidad. "Trasladar parte al futuro sólo contribuye a reducir el margen
de maniobra de la política presupuestaria en 2013", advierte.
En cualquier caso, asevera que el curso de la actividad económica
influyó en 2012 sobre las variables presupuestarias y provocó un déficit
mayor al previsto, puesto que la gravedad de la situación generó más
gastos (paro y pensiones) y menos ingresos (IRPF y Sociedades).
A su parecer, muchas de las medidas adoptadas a lo largo de 2012
tendrán su efecto pleno a partir de 2013, lo que genera la sensación
"irreal" de que lo que se ha hecho ha sido poco efectivo, cuando, en
realidad, son medidas con efectos diferidos que irán dando sus frutos.
Desde el punto de vista de su adecuación a la coyuntura, cree que
el resultado presupuestario supone un "avance modesto, pero positivo",
en la línea de reducción de los desequilibrios públicos y una renuncia,
cada vez más expresa, al uso de los elementos presupuestarios como
factor compensador de la insuficiencia de demanda privada que sufre la
economía.
De cara al futuro más inmediato, se muestra convencido de que para
retomar la senda de austeridad y como consecuencia de algunas medidas
ya adoptadas, el gasto público corriente tendrá que bajar en 2013 y la
inversión llegará a niveles que "a duras penas" cubrirán el gasto de
reposición por depreciación.
Esto, según Valle, planteará efectos que serán adicionalmente
negativos para el PIB y el empleo y que sólo se verán compensados
parcialmente por el aumento de la recaudación impositiva, especialmente
del IVA e impuestos especiales, que en 2012 no actuaron en el ejercicio
completo.
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