jueves, 6 de junio de 2013

Principio de acuerdo sobre la reforma migratoria en EEUU

WASHINGTON.- Legisladores demócratas y republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos han llegado a un principio de acuerdo sobre la reforma migratoria, después de cuatro años de estancamiento en la sede legislativa.

   El acuerdo es fruto de las conversaciones entre un grupo bipartito de trabajo formado por ocho legisladores --cuatro demócratas y cuatro republicanos--, del que hoy se ha descolgado el republicano Raúl Labrador. "No pude firmarlo", ha dicho a la prensa.
   Los otros siete miembros han anunciado que han encontrado "una forma de avanzar" en la reforma migratoria, pero han rehusado revelar detalle alguno hasta que el acuerdo este plasmado en un borrador legislativo.
   Las discusiones de este grupo de legisladores se han centrado en si los contribuyentes estadounidenses deben asumir o no el coste de incluir a los inmigrantes legales en el sistema de salud.
   Otro grupo de cuatro legisladores ha empezado a enmendar el acuerdo aprobado en el Senado sobre la reforma migratoria, endureciendo las medidas de seguridad en la frontera, pero acortando la vía de acceso a la ciudadanía estadounidense.
   La Comisión Judicial del Senado aprobó el pasado 21 de mayo la reforma migratoria presentada por el Gobierno de Barack Obama, el primer paso para que el Congreso dé su visto bueno a una de las principales promesas electorales del presidente estadounidense.
   La Comisión Judicial respaldó el proyecto de ley con 13 votos a favor --los de los diez senadores demócratas y los de tres republicanos: Jeff Flake (Arizona), Lindsey Graham (Carolina del Sur) y Orrin Hatch (Utah)-- y cinco en contra --los del resto de republicanos--.
   Se espera que el debate de este borrador en el pleno del Senado comience el próximo mes de junio. "El 'sí' de la Comisión Judicial es una contribución sustancial para seguir adelante. Espero que seamos capaces de aprobarla del todo en el Senado", dijo el líder de la minoría republicana en la cámara alta, Mitch McConnell.
   De aprobarse, la reforma migratoria del Gobierno Obama será la mayor sobre la materia que se ha llevado a cabo desde 1986. Su piedra angular es la facilitación del acceso a la ciudadanía estadounidense a los inmigrantes trabajadores.
   Obama prometió por primera vez reformar el sistema migratorio de Estados Unidos en la campaña para las elecciones presidenciales de 2008, pero una vez en el cargo no pudo llevarla a cabo por el veto del Congreso. En la campaña electoral de 2012 retomó su promesa y, tras ser reelegido, ha redoblado sus esfuerzos para materializarla.

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