WASHINGTON.- Legisladores demócratas y republicanos de la
Cámara de Representantes de Estados Unidos han llegado a
un principio de acuerdo sobre la reforma migratoria, después de cuatro
años de estancamiento en la sede legislativa.
El acuerdo es fruto de las conversaciones entre un grupo bipartito
de trabajo formado por ocho legisladores --cuatro demócratas y cuatro
republicanos--, del que hoy se ha descolgado el republicano Raúl
Labrador. "No pude firmarlo", ha dicho a la prensa.
Los otros siete miembros han anunciado que han encontrado "una
forma de avanzar" en la reforma migratoria, pero han rehusado revelar
detalle alguno hasta que el acuerdo este plasmado en un borrador
legislativo.
Las discusiones de este grupo de legisladores se han centrado en
si los contribuyentes estadounidenses deben asumir o no el coste de
incluir a los inmigrantes legales en el sistema de salud.
Otro grupo de cuatro legisladores ha empezado a enmendar el
acuerdo aprobado en el Senado sobre la reforma migratoria, endureciendo
las medidas de seguridad en la frontera, pero acortando la vía de acceso
a la ciudadanía estadounidense.
La Comisión Judicial del Senado aprobó el pasado 21 de mayo la
reforma migratoria presentada por el Gobierno de Barack Obama, el primer
paso para que el Congreso dé su visto bueno a una de las principales
promesas electorales del presidente estadounidense.
La Comisión Judicial respaldó el proyecto de ley con 13 votos a
favor --los de los diez senadores demócratas y los de tres republicanos:
Jeff Flake (Arizona), Lindsey Graham (Carolina del Sur) y Orrin Hatch
(Utah)-- y cinco en contra --los del resto de republicanos--.
Se espera que el debate de este borrador en el pleno del Senado
comience el próximo mes de junio. "El 'sí' de la Comisión Judicial es
una contribución sustancial para seguir adelante. Espero que seamos
capaces de aprobarla del todo en el Senado", dijo el líder de la minoría
republicana en la cámara alta, Mitch McConnell.
De aprobarse, la reforma migratoria del Gobierno Obama será la
mayor sobre la materia que se ha llevado a cabo desde 1986. Su piedra
angular es la facilitación del acceso a la ciudadanía estadounidense a
los inmigrantes trabajadores.
Obama prometió por primera vez reformar el sistema migratorio de
Estados Unidos en la campaña para las elecciones presidenciales de 2008,
pero una vez en el cargo no pudo llevarla a cabo por el veto del
Congreso. En la campaña electoral de 2012 retomó su promesa y, tras ser
reelegido, ha redoblado sus esfuerzos para materializarla.
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