LONDRES.- La agencia de calificación crediticia Standard
& Poor's ha ratificado los ratings a largo y corto plazo 'BBB-/A-3'
asignados a España, cuya calificación a largo plazo, que se sitúa un
paso por encima del 'bono basura', continúa bajo perspectiva 'negativa',
lo que implica un riesgo de bajada en los próximos 12 a 16 meses si el
país registrara un significativo deterioro presupuestario o disminuyera
el respaldo a la agenda de reformas.
"En nuestra opinión, el compromiso de España con la implementación
de una exhaustiva agenda de reformas fiscales y estructurales continúa
siendo fuerte", indicó la agencia, que espera que la economía española
se contraiga un 1,5% este año y crezca un 0,6% en 2014.
En este sentido, la calificadora de riesgos precisó que la nota
'BBB-' de España está respaldada por una "próspera y diversificada"
economía, así como por la aplicación por parte del Gobierno de su agenda
de reformas financieras, fiscales y estructurales.
No obstante, la agencia señaló que la nota española se ve limitada
por su elevado apalancamiento externo, sus relativamente bajas
perspectivas de crecimiento a medio plazo y algunas rigideces
residuales, como en su todavía muy segmentado mercado laboral.
"Positivamente, creemos que la economía española está
recalibrándose", apuntó S&P, destacando un mayor enfoque hacia la
demanda exterior, lo que permitirá el gradual fortalecimiento de la
balanza corriente española, mientras la demanda doméstica continúa
siendo débil.
Asimismo, la agencia de medición de riesgos destacó la "mejora
continuada" de la competitividad de España, que se ha beneficiado de la
reforma laboral de 2012. "Eurostat estima que los costes laborales
unitarios de España han disminuido un 10% desde el máximo de mediados de
2009 y lo más importante es que este ajuste ya no se está produciendo
principalmente mediante el aumento del desempleo", añadió.
No obstante, a pesar de la robusta evolución de las exportaciones,
S&P espera que el desempleo siga siendo "muy alto", por encima del
26%, al menos hasta que se produzca una recuperación económica
sostenida, aunque advirtió de que el aumento del paro estructural y las
desfavorables tendencias de inversión están lastrando el potencial de
crecimiento a medio plazo del país.
Asimismo, la calificadora de riesgos prevé que la deuda pública
española alcance el 82% del PIB en 2013 y escale hasta el 91% en 2015
Por otro lado, la agencia considera que el Gobierno español será
capaz de cumplir las nuevas metas de déficit aprobadas por Bruselas, que
contemplan un desequilibrio negativo de las cuentas públicas del 6,5%
del PIB en 2013, del 5,8% en 2014, del 4,2% en 2015 y del 2,8% en 2016,
aunque apunta la posibilidad de que sean necesarias medidas adicionales
de ajuste.
"Creemos que el Gobierno probablemente cumplirá en 2013 y 2014
estos objetivos rebajados, aunque podrían ser necesarias medidas
adicionales de ajuste", indicó S&P, que recuerda el compromiso del
Gobierno de adoptar nuevas medidas en caso de registrarse desviaciones
de estos objetivos de déficit.
"En nuestra opinión, estas podrían incluir reducciones en las
exenciones fiscales existentes y cambios en los impuestos indirectos,
así como el restablecimiento sólo parcial de la paga extra de final de
año para los funcionarios o cambios en el sistema de Seguridad Social",
apuntó la agencia, que espera que la reforma en curso de las pensiones
podría aliviar las presiones presupuestarias.
No obstante, a pesar de que el Gobierno pretende acelerar sus
medidas de consolidación fiscal en 2015 y 2016, S&P aprecia riesgos
de ejecución a medio plazo relacionados, no sólo con la lentitud de la
recuperación económica, sino también con el proceso que conducirá a las
elecciones generales en 2015.
Por otro lado, S&P advirtió de que la perspectiva 'negativa'
asignada al rating de España refleja el riesgo de una rebaja de
calificación "en caso de que el respaldo político a dicha agenda de
reformas decreciera, la posición presupuestaria se deteriorase
significativamente o si las políticas de la eurozona flaquearan en la
estabilización de los costes de financiación de España.
"La perspectiva negativa refleja nuestra opinión de que podríamos
rebajar los ratings de España en los próximos 12 a 16 meses, si todo lo
demás sigue igual, y observamos que decrece el respaldo político a la
actual agenda de reformas (...) el apoyo de la eurozona no logra generar
la suficiente confianza entre los inversores o la deuda neta excede del
100% del PIB por desviaciones del Gobierno de sus objetivos fiscales",
explicó la agencia.
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