martes, 23 de julio de 2013

El Banco de España pide a las agencias de calificación más detalles en sus ratings

MADRID.- El Banco de España ha reclamado a las agencias de calificación crediticia que expliciten "con mayor detalle" las puntuaciones de los diferentes factores y componentes que tiene en cuenta cuando decide variar el rating de un país, según recoge en su boletín económico de los meses de julio y agosto. 

   La institución considera que sería de interés que las metodologías de agencias como Standard & Poor's (S&P), Moody's o Fitch contuvieran "un grado mínimo de especificación, sistemática y cuantificación de los efectos esperables" que tiene sobre los ratings que un país se acoja a un programa del Fondo Monetario Internacional (FMI) o de apoyo externo multilateral en general.
   En esta línea, defiende que sería "conveniente" que las metodologías de estas agencias incluyan una diferenciación según el tipo de programa acordado con el FMI, pues destaca que no son equiparables, por ejemplo, una línea de crédito flexible o un acuerdo precautorio y un programa convencional en el que el desembolso de la financiación prevista dependa del cumplimiento de determinadas condiciones.
   El organismo dirigido por Luis María Linde explica que con la información disponible se constata que en los últimos treinta años los ratings soberanos de los países que han firmado programas con el FMI son "diversos" y no se circunscriben a los de baja o muy baja calidad crediticia. De hecho, apunta que los ratings de grado de inversión son "apreciables, en particular un año antes de la firma de los programas".
   En este sentido, añade que los ratings medios se sitúan en los escalones altos del grado especulativo, y resalta además que en el período más reciente de crisis 2008-2012 la necesidad de firma de acuerdos con el FMI se ha extendido a países con mejores ratings iniciales, algunos de ellos países avanzados.
   Asimismo, el Banco de España apunta que existe una "gran heterogeneidad" en la evolución de los ratings una vez firmado el acuerdo, aunque reconoce que hay algunos aspectos comunes. En concreto, subraya que los ratings soberanos de los países con programas tienden a variar más de lo que lo hacen los de los países con nota similar que no han firmado programas, tanto en el año anterior como en años posteriores a la firma.
   Además, apunta que la firma de programas viene precedida por un empeoramiento de los ratings, un comportamiento que se ha exacerbado durante la actual crisis, pero que el deterioro de los ratings tiende a frenarse en el año siguiente a la firma, con promedios de variación menos negativos.
   "De acuerdo con ello, para las agencias de rating, los programas del FMI habrían desempeñado, en términos generales, un papel de amortiguadores del deterioro de la solvencia soberana de los países, aunque durante la actual etapa de crisis han seguido predominando muy claramente los empeoramientos de rating sobre las mejoras, a la inversa de lo sucedido hasta 2007", agrega.
   Asimismo, remarca que históricamente hay una tendencia a que los ratings sean más elevados tres años después de la firma del programa, e incluso que un año antes, pero subraya que esta circunstancia no se está verificando durante la actual crisis. "Por consiguiente, la situación económica global específica en que se inscribe la petición de un programa con el FMI es un factor que afecta de manera significativa a los resultados esperables del programa en términos de rating", apostilla.
   En resumen, el Banco de España señala que el análisis de los ratings en los países con programas del FMI apuntaría a un cierto carácter estabilizador de los mismo, "si bien los resultados no son muy taxativos". Sin embargo, afirma que esta conclusión tentativa no invalida la necesidad de seguir perfeccionando tanto el diseño y la ejecución de dichos programas como su tratamiento metodológico en las evaluaciones soberanas de las agencias de rating.

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