martes, 23 de julio de 2013

El PIB español modera su caída y retrocede un 0,1% en el segundo trimestre

MADRID.- La economía española cayó un 0,1% en el segundo trimestre, frente a la caída del 0,5% en el primer trimestre, y en tasa interanual registró un descenso del 1,8%, dos décimas menos, según el Banco de España, que ha destacado que el PIB moderó "significativamente" su ritmo de contracción por segundo trimestre consecutivo.

   En su boletín económico de los meses de julio y agosto, la autoridad monetaria atribuye la desaceleración en la caída del PIB a la "fortaleza" de la demanda exterior neta, que aportó 0,4 puntos al crecimiento del PIB (tres décimas más), sustentada en el repunte de las exportaciones, propiciado a su vez por un mayor dinamismo de los mercados mundiales tras la ralentización de los meses iniciales del ejercicio.
   Por su parte, la demanda interna "suavizó muy ligeramente" su contracción, con una caída del 0,6%, una décima menos que en el trimestre anterior, en un entorno en que el gasto de familias y empresas habría seguido acusando los efectos contractivos de las condiciones financieras adversas, el desendeudamiento y la consolidación presupuestaria, así como la incertidumbre sobre la evolución de la economía que afecta a las decisiones de consumo e inversión.
   En este contexto de cierta mejoría, el Banco de España destaca que la mejora de los indicadores coyunturales que se ha apreciado recientemente apunta hacia una evolución de corto plazo "algo más favorable" que la proyectada hacia unos meses, si bien advierte de que la persistencia de los anteriores efectos sobre el gasto de los agentes sugiere que las perspectivas de medio plazo para la economía española "no han cambiado sustancialmente".
   Así, afirma que el consumo de los hogares prolongó su tónica de debilidad en el segundo trimestre del año y estima que habría experimentado una descenso intertrimestral del 0,4% en este periodo, en línea con el registrado en el primer trimestre.
   Por su parte, el empleo también moderó su ritmo de descenso, estimando el Banco de España un retroceso interanual de la ocupación del 4% en el segundo trimestre, medio punto menos que en el trimestre precedente, mientras que en tasa intertrimestral habría descendido un 0,3%, la tasa "menos desfavorable" de los dos últimos años.
   De su lado, la remuneración por asalariado en las ramas de mercado habría descendido un 0,6%, frente al 0,9% del primer trimestre, lo que, junto con la evolución de la productividad, habría determinado una ligera desaceleración en la senda de caída de los costes laborales unitarios, cuyo ajuste sigue siendo "sustancial".
   En cuanto a la evolución de los precios, el Banco de España prevé que el ritmo de moderación del IPC se intensifique en la segunda mitad del año desde el 2,1% que alcanzó en junio como consecuencia, sobre todo, de la desaparición del efecto base al que dieron lugar las subidas de los tipos de la imposición indirecta y de los precios regulados de algunos bienes y servicios adoptados en el segundo semestre del año pasado.
   Por el lado de la inversión, las de bienes de equipo habría experimentando en el segundo trimestre una "cierta suavización" del ritmo de descenso interanual y, en términos intertrimestrales, habría crecido un 0,3%, mientras que la inversión en construcción no residencial se habría reducido nuevamente por el mayor impacto de los planes de austeridad sobre los proyectos de obra civil.
   El Banco de España resalta también que el aumento de la inestabilidad en los mercados financieros a partir de la segunda mitad de mayo provocó incrementos en las rentabilidades de la deuda pública española y en sus diferenciales respecto a los bonos alemanes. A su vez, añade, las primas de riesgo repuntaron y el Ibex mostró una "gran volatilidad".
   A pesar de esta mayor tensión financiera en la parte final del trimestre, la autoridad monetaria señala que continuó fluyendo la financiación exterior, aunque en menor cuantía que en los meses iniciales del año, y la demanda de títulos del Tesoro mantuvo un "cierto dinamismo".
   No obstante, apunta que los tipos de interés del crédito bancario experimentaron un incremento adicional y las condiciones de acceso a la financiación del sector privado no dieron, en conjunto, signos de relajación, lo que indica, a su juicio, la "persistencia de fragmentación financiera de la zona euro, que obstaculiza la transmisión completa del tono expansivo de la política monetaria a los tipos de interés que aplican los bancos a las sociedades no financieras y a las familias".
   Por último, acerca de la evolución del proceso de consolidación presupuestaria, el Banco de España indica que la información parcial correspondiente al segundo trimestre (hasta mayo) muestra una continuación de la senda de reducción de las principales partidas de gasto y de la inversión pública, así como una cierta aceleración de los ingresos públicos, menos significativa en la imposición directa y en las cotizaciones sociales.
   A pesar de esta mejora, afirma que las medidas adoptadas por las administraciones públicas de cara al cumplimiento de los objetivos de déficit (del 6,5% este año) tendrán que plasmarse en una "aceleración adicional" de los ingresos públicos, así como un mantenimiento del ajuste del gasto público.

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