MADRID.- Lo ha reconocido Greg Smith, un extrabajador del banco Goldman Sachs
autor del libro ‘Por qué dejé Goldman Sachs’, una obra en la que admite
cómo engañaban a sus clientes, a los que llamaban "idiotas" o
"marionetas", para ganar más dinero.
Los vídeos corporativos de Goldman Sachs
hablan de profesionalidad, de servicio al cliente, de confianza. Pero
el relato de Greg Smith es muy diferente. Tras más de diez años en el gigante de la banca de inversión, Smith no sólo cuenta cómo se enriquecen con la desgracia ajena, sino cómo directamente la provocan.
“Tratamos de sacar beneficio de la
desgracia de España. En la reunión de la mañana el banco decía: ‘Hoy
vamos a vender acciones de sus bancos y a convencer a nuestros clientes
de que compren’. Y a los dos días decían lo contrario. Cuanto más los
aterrorizas, más negocio haces”, asegura Smith.
Greg
aún trabajaba en Goldman cuando los grandes banqueros testificaron
sobre la crisis en el Senado estadounidense pero dice que eso no cambió
nada. “Sacabamos notas de prensa diciendo que habíamos cambiado pero en
privado la gente seguía llamando pardillos a los clientes e
identificando a los más ignorantes para engañarlos”.
Dice que el problema es que el banco aconseja una cosa a los clientes y luego con su propio dinero hace la contraria, como si el crupier del casino viera las cartas de todos y además hiciera su propia apuesta.
“Después de una crisis que destruyó el
40% de la riqueza mundial sabes cuántos jefes han ido a la cárcel. Ni
uno ha sido siquiera procesado, porque todo es legal aunque no sea nada
ético”. Ahora el banco le considera persona non grata. Dice que es una
venganza porque no le dieron un aumento de sueldo. Pero él, con su libro
en la mano, dice que sólo cuenta la verdad.
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