LONDRES.- El reciente acuerdo para reestructurar las
condiciones del préstamo de 2.500 millones concedido a Chipre por Rusia
alivia las necesidades financieras de la isla, pero no aleja el riesgo
de que el país necesite nuevas reestructuraciones de su deuda para
afrontar los desafíos de su economía, según ha advertido la agencia
Moody's.
"Los muy sustanciales retos económicos y financieros que afronta
Chipre amenazan la sostenibilidad de sus finanzas públicas y pueden
hacer necesaria nuevas reestrcuturaciones de deuda", apunta la
calificadora de riesgos.
Bajo los nuevos términos acordados con Rusia, el interés del
préstamo bajará del 4,5% al 2,5% hasta 2016, mientras que la fecha de
devolución contempla ocho plazos de abono semianuales a partir de 2016.
En este sentido, Moody's apunta que este acuerdo para
reestructurar el préstamo ruso acerca a Chipre al cumplimiento de las
condiciones impuestas por el plan de rescate de la Troika, aunque
advierte de que "sólo tendrá un efecto muy limitado en los déficit del
Gobierno durante el plazo del rescate (2013-16)".
De este modo, la agencia pronostica que la ratio de deuda de
Chipre alcanzará un máximo del 140% del PIB en 2016, dos años más tarde y
15 puntos porcetuales por encima de lo que contempla el plan de
rescate.
Asimismo, Moody's espera que Chipre sufra este año una contracción
del PIB en la parte baja de los dobles dígitos en términos reales y que
la recesión se extienda hasta 2015, con limitadas expectativas respecto
a la posible contribución al crecimiento de los yacimientos 'offshore'
de gas de la isla, por lo que la deuda de Chipre "es susceptible de
grandes reestructuraciones en los próximos años".
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