TOKIO.- Japón prometió gastar casi 500 millones de dólares (380
millones de euros) para contener fugas y descontaminar aguas radiactivas
en la dañada central nuclear de Fukushima, intensificando los esfuerzos
del Gobierno para hacer frente al legado del peor desastre atómico en
un cuarto de siglo.
El anuncio se produce días antes de que el Comité Olímpico
Internacional decida si Tokio -ubicada a 230 kilómetros de la planta-
será la sede de los Juegos Olímpicos de 2020 y el Gobierno está ansioso
por demostrar que la crisis está bajo control. Madrid y Estambul son las
candidatas rivales.
"El mundo está observando para ver si podemos llevar a cabo el
desmantelamiento de la central nuclear de Fukushima, incluyendo la lucha
contra los problemas del agua contaminada", dijo el primer ministro,
Shinzo Abe, a los ministros del gabinete, que se reunieron para aprobar
el plan.
La intervención del Gobierno representa sólo una pequeña porción de
la respuesta a la crisis de Fukushima provocada por el terremoto y el
tsunami de marzo de 2011. La limpieza, incluido el desmantelamiento de
los reactores arruinados, tardará décadas y se basa en una tecnología no
probada.
Las medidas no abordan el problema completo de la gestión del agua en la planta o el problema mayor del desmantelamiento.
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