TOKIO.- El primer ministro japonés, Shinzo Abe ordenó el martes a su Gobierno elaborar medidas para impulsar la economía con el objetivo de amortiguar el impacto de una subida en dos etapas del impuesto sobre las ventas.
Animado por datos que muestran que la tercera mayor economía del mundo se está recuperando rápidamente y el viaje a Buenos Aires, donde Tokio fue elegido el sábado sede de los Juegos Olímpicos de 2020, Abe no perdió el tiempo en preparar las bases para el aumento de impuestos en abril.
Dijo a los ministros que "elaboren medidas fuertes como un paquete, incluyendo estrategias de crecimiento, para finales de este mes", dijo a la prensa el ministro de Economía, Akira Amari.
El momento elegido significa que las medidas se decidirán para el 1 de octubre, cuando el primer ministro deberá aprobar formalmente la subida del impuesto, la primera medida significativa de Tokio para contener su creciente deuda pública - considerada clave para mantener la confianza de los inversores.
Abe está procediendo con cautela ya que muchos políticos culpan a la última subida de impuestos, en 1997, por haber sumido al país en una recesión. La economía ha mejorado notablemente desde que Abe asumió el poder en diciembre con un programa de estímulo fiscal, flexibilización monetaria y medidas de promoción del crecimiento, pero la recuperación sigue siendo frágil.
Sin embargo, el paquete de gastos, que probablemente excederá los 20.000 millones de dólares, y medidas que incluyen un alivio al impuesto corporativo muestran que Abe parece estar optando por el aumento de impuestos - la primera etapa en una duplicación prevista del gravamen a un 10 por ciento en un período de dos años.
Los datos económicos sólidos han debilitado la posición de los asesores externos de Abe que sostienen que Japón debería salir de manera más decisiva de la deflación antes que el Gobierno eleva el impuesto.
"Aparte de lo que el primer ministro está pensando, el estado de ánimo que sin duda se está formando es que la subida de impuestos es inevitable", dijo una persona cercana a un funcionario de alto rango del partido gobernante.
Animado por datos que muestran que la tercera mayor economía del mundo se está recuperando rápidamente y el viaje a Buenos Aires, donde Tokio fue elegido el sábado sede de los Juegos Olímpicos de 2020, Abe no perdió el tiempo en preparar las bases para el aumento de impuestos en abril.
Dijo a los ministros que "elaboren medidas fuertes como un paquete, incluyendo estrategias de crecimiento, para finales de este mes", dijo a la prensa el ministro de Economía, Akira Amari.
El momento elegido significa que las medidas se decidirán para el 1 de octubre, cuando el primer ministro deberá aprobar formalmente la subida del impuesto, la primera medida significativa de Tokio para contener su creciente deuda pública - considerada clave para mantener la confianza de los inversores.
Abe está procediendo con cautela ya que muchos políticos culpan a la última subida de impuestos, en 1997, por haber sumido al país en una recesión. La economía ha mejorado notablemente desde que Abe asumió el poder en diciembre con un programa de estímulo fiscal, flexibilización monetaria y medidas de promoción del crecimiento, pero la recuperación sigue siendo frágil.
Sin embargo, el paquete de gastos, que probablemente excederá los 20.000 millones de dólares, y medidas que incluyen un alivio al impuesto corporativo muestran que Abe parece estar optando por el aumento de impuestos - la primera etapa en una duplicación prevista del gravamen a un 10 por ciento en un período de dos años.
Los datos económicos sólidos han debilitado la posición de los asesores externos de Abe que sostienen que Japón debería salir de manera más decisiva de la deflación antes que el Gobierno eleva el impuesto.
"Aparte de lo que el primer ministro está pensando, el estado de ánimo que sin duda se está formando es que la subida de impuestos es inevitable", dijo una persona cercana a un funcionario de alto rango del partido gobernante.
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