MOSCÚ.- El ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba,
Rodrigo Malmierca, resaltó hoy aquí que los intercambios ruso-cubanos
han funcionado y Moscú se mantiene entre los primeros socios comerciales
de la isla.
Al intervenir en la décimo primera reunión de la Comisión Intergubernamental
para la Cooperación Económica y Científico-Técnica, el titular subrayó
que se trabajó en aras de incrementar los volúmenes de intercambio
mercantil bilateral.
Indicó que lo alcanzado hasta el momento dista
todavía de las potencialidades con que cuentan ambas partes, y subrayó
que este nuevo encuentro es el momento de ratificar la voluntad conjunta
de impulsar el comercio bilateral.
Malmierca se refirió a contratos ejecutados en 2012 y 2013 sobre la base de compromisos bilaterales, los cuales se han cumplido bien, de acuerdo con los cronogramas pactados.
El ministro cubano insistió en que el empresariado ruso y el cubano deben continuar identificando proyectos comunes, atendiendo a los intereses de ambos pueblos y gobiernos.
Resaltó que existen oportunidades en sectores como la energía, el transporte, la informática y las comunicaciones, los servicios de salud, la industria médico-farmacéutica, la biotecnología y el turismo, entre otros.
En cuanto a la industria electro energética, destacó los avances en la colaboración, lo cual reportará un importante beneficio a la isla.
La agenda económica firmada en la reunión anterior de la comisión bilateral permite trabajar con una proyección estratégica hasta el año 2020, lo cual es beneficioso para los nexos bilaterales, observó.
Significó la importancia de documentos rubricados a inicios de 2013 durante la visita a Cuba del primer ministro Dmitri Medvedev y de otros firmados hoy.
Estos acuerdos fortalecen la colaboración entra las aduanas de ambos países, en el uso pacífico del espacio extra terrestre y en la educación y la ciencia entre otros campos, dijo.
Cuba lleva a cabo un proceso de actualización del modelo económico con el objetivo de alcanzar un desarrollo en forma armónica, integral y planificada, y en este contexto ratifica a la parte rusa el interés de continuar trabajando de manera conjunta, expresó.
Durante su intervención, Malmierca enfatizó en las oportunidades que brinda a las empresas rusas el proyecto de desarrollo de la zona especial de Mariel, ubicado a 45 kilómetros de La Habana.
En esta área de más de 465 kilómetros cuadrados se establece un régimen de políticas especiales con el objetivo de fomentar el desarrollo económico sostenible, comentó.
La idea es alcanzar esos propósitos a través de la atracción de la inversión extranjera, la innovación tecnológica y la concertación industrial con vista a incrementar las exportaciones, sustituir importaciones y generar nuevas fuentes de empleo, concluyó el ministro.
Malmierca se refirió a contratos ejecutados en 2012 y 2013 sobre la base de compromisos bilaterales, los cuales se han cumplido bien, de acuerdo con los cronogramas pactados.
El ministro cubano insistió en que el empresariado ruso y el cubano deben continuar identificando proyectos comunes, atendiendo a los intereses de ambos pueblos y gobiernos.
Resaltó que existen oportunidades en sectores como la energía, el transporte, la informática y las comunicaciones, los servicios de salud, la industria médico-farmacéutica, la biotecnología y el turismo, entre otros.
En cuanto a la industria electro energética, destacó los avances en la colaboración, lo cual reportará un importante beneficio a la isla.
La agenda económica firmada en la reunión anterior de la comisión bilateral permite trabajar con una proyección estratégica hasta el año 2020, lo cual es beneficioso para los nexos bilaterales, observó.
Significó la importancia de documentos rubricados a inicios de 2013 durante la visita a Cuba del primer ministro Dmitri Medvedev y de otros firmados hoy.
Estos acuerdos fortalecen la colaboración entra las aduanas de ambos países, en el uso pacífico del espacio extra terrestre y en la educación y la ciencia entre otros campos, dijo.
Cuba lleva a cabo un proceso de actualización del modelo económico con el objetivo de alcanzar un desarrollo en forma armónica, integral y planificada, y en este contexto ratifica a la parte rusa el interés de continuar trabajando de manera conjunta, expresó.
Durante su intervención, Malmierca enfatizó en las oportunidades que brinda a las empresas rusas el proyecto de desarrollo de la zona especial de Mariel, ubicado a 45 kilómetros de La Habana.
En esta área de más de 465 kilómetros cuadrados se establece un régimen de políticas especiales con el objetivo de fomentar el desarrollo económico sostenible, comentó.
La idea es alcanzar esos propósitos a través de la atracción de la inversión extranjera, la innovación tecnológica y la concertación industrial con vista a incrementar las exportaciones, sustituir importaciones y generar nuevas fuentes de empleo, concluyó el ministro.
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