BRUSELAS.- La Comisión Europea está estudiando con Irlanda y España la
mejor manera de que salgan de sus rescates. Aunque todavía no es seguro
que alguno de los dos países no vaya a necesitar acuerdos especiales que
naturalmente llevarían aparejadas nuevas medidas de ajuste. De hecho el
presidente irlandés acaba de anunciar la salida de su país de la tutela
de la troika.
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios Olli Rehn, ha
asegurado a Reuters en Washington donde asiste a la reunión del G20,
«estamos manteniendo conversaciones con ambos países además de con el
Eurogrupo, para ver cual es el mejor modo de salir con éxito del
programa».
El rescate de Irlanda, fue de 67.500 millones de euros y está
previsto que termine el 7 de diciembre. El rescate español, que fue
diferente ya que no era para la economía en su conjunto sino para
recapitalizar a los bancos, fue de 100.000 millones de euros de los que
se han utilizado 41.000 millones y expira a finales de 2013.
Rehn, ha dicho que en ambos países las reformas están encarriladas y
que las economías se están fortaleciendo, pero que en estas cosas hay
que aplicar el principio de «más vale prevenir que curar por lo que
estudian la mejor manera de asegurar una salida con éxito de los
programas».
En septiembre Irlanda todavía dudaba de sus posibilidades y habló de
pedir una línea de crédito preventiva de 10.000 millones de euros para
evitar cualquier movimiento en los mercados que hiciera fracasar la
salida.
A estas alturas no ha pedido más dinero y su jefe de gobierno, Enda
Kenny, ha anunciado este domingo que dará por finalizado el rescate.
Ha añadido que «quedan momentos difíciles por delante» y un largo
camino por recorrer pero que la era del rescate ha quedado atrás para no
volver y que finaliza la «emergencia económica». Irlanda pidió el
rescate en 2010 fue el primero que concedieron la eurozona y el Fondo
Monetario Internacional (FMI),
También se ha hablado de que España tuviera que utilizar el resto de
su línea de crédito, incluso que podría haber necesitado un rescate
total, hasta ahora no ha sido así. De hecho tiene un acuerdo tácito con
Bruselas por el que no forzarán a que acepte más dinero. Las dudas sobre
un buen funcionamiento del país con menos crédito y un mercado
restringido de la vivienda pesan sobre la economía española.
En Bruselas no todos los expertos están de acuerdo en una salida sin
más de los rescates. Algunos opinan que España e Irlanda deberían
solicitar una nueva línea de crédito, que, aunque no fuera utilizada,
permnitiría a ambos países entrar en el programa de compra de bonos
gubernamentales del BCE y les daría más solidez ante los mercados.
Pero esas líneas de crédito llevarían consigo un nuevo compromiso de
ajustes del que huyen los gobiernos por la imagen que darían ante sus
respectivas ciudadanías agobiadas con los recortes y las reformas y a
las que aseguran que han dejado atrás la crisis y que se vislumbra un
futuro a corto plazo mucho mejor.
Olli Rehn, también se ha referido a Portugal descartando por el
momento una posible salida de su programa de rescate que termina a
mediados de 2014. Ha explicado que aunque las exportaciones funcionan
bien y una cierta demanda interior está en alza «el país tiene todavía
muchos retos que afrontar».
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