LISBOA.- La troika dio su visto bueno a los avances de Portugal y
mejoró sus previsiones económicas para el país, pero no relajó sus
exigencias sobre las metas de reducción del déficit y alertó del riesgo
que entrañaría un nuevo revés del Constitucional.
El
Gobierno luso, por su parte, se congratuló hoy por haber recibido un
nuevo aprobado de los técnicos de la Comisión Europea, el Banco Central
Europeo y el Fondo Monetario Internacional, que se encontraban en Lisboa
desde hace veinte días para analizar el cumplimiento del programa de
ajustes pactado a cambio de su rescate.
Los organismos internacionales reconocieron en un comunicado
los esfuerzos realizados por Portugal, cuyo Ejecutivo ha aplicado desde
2011 toda una batería de severas medidas de austeridad a instancias de
la troika.
Por este motivo liberarán dos nuevos tramos de su ayuda -por valor de 5.600 millones de euros-
correspondientes a la octava y novena evaluación al país, con lo que
apenas le quedará por recibir un 10 % del préstamo que le fue concedido
en mayo de 2011, de 78.000 millones de euros.
La troika no se limitó únicamente a respaldar los progresos
de Portugal durante los últimos meses para recuperar su autonomía
financiera, sino que también mejoró sus previsiones económicas para 2013
y 2014.
Concretamente, la UE y el FMI estiman ahora que el PIB luso
reculará este año un 1,8 %, cinco décimas menos que su anterior cálculo,
mientras que para el próximo ejercicio pronostican un crecimiento del
0,8 %, dos décimas más que hace seis meses.
También el nivel de desempleo no subirá tanto como estaba
esperado y alcanzará en 2014 un máximo del 17,7 % frente al 18,5 %
inicialmente previsto.
Sin embargo, los organismos internacionales se mostraron
reacios a cualquier tipo de relajación en las medidas de austeridad y no
aceptaron rebajar nuevamente el objetivo del déficit público para 2014,
que continúa en el 4 % pese a que la intención del Ejecutivo
conservador luso era pactar un alivio de esta meta.
Por este motivo, el Gobierno no aflojará en materia de
ajustes y anunció que mantendrá el próximo ejercicio la tasa
extraordinaria del 3,5 % que grava desde enero de este año todos los
sueldos superiores a 1.350 euros, también en el sector privado.
El Ejecutivo liderado por Pedro Passos Coelho se felicitó
por poder evitar la aprobación de otra tasa especial, en este caso a los
pensionistas, una medida que fue anunciada en mayo y que generó una
enorme polémica en el país.
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