PARÍS.- El número de pequeñas y medianas empresas francesas declaradas en
bancarrota aumentó en el tercer trimestre del año y está en el mismo
nivel que durante la crisis económica de 2009, informó un organismo
especializado.
De acuerdo con un estudio realizado por el Grupo Altares, dedicado a la
recopilación y análisis de información empresarial, en el período
julio-septiembre las quiebras crecieron en 7,5 por ciento respecto a
igual período de 2012.
Ello significa, precisa la investigación, que 12.790 firmas depositaron ante las autoridades su declaración de insolvencia ante la incapacidad de hacer frente a sus obligaciones.
La cesación de pagos fue superior en julio, con 5.400 casos, mientras en septiembre hubo una ligera mejoría, sin que eso signifique la inversión de la tendencia, precisa el reporte del instituto Altares.
Según el documento, la situación es similar a la ocurrida en 2009, cuando Francia sufrió los peores efectos de la crisis global de la economía.
El fenómeno afecta con mayor dureza a las empresas con 10 asalariados como promedio, seguidas por las de mediana y pequeña envergadura, que dan empleo a unos 50 trabajadores. Por sectores el más dañado es el de la construcción y mantenimiento, donde se reportó el mayor número de bancarrotas, y a continuación están los establecimientos comerciales de tamaño modesto.
El grupo Altares señala, además, que los procedimientos de salvaguarda, es decir el conjunto de medidas para apoyar a las entidades que aún no han caído en quiebra, crecieron en 11 por ciento en el tercer trimestre.
A principios de mes un estudio diferente, realizado por la firma Euler Hermes, señaló que desde enero unas 62.000 empresas de servicios de diverso tamaño y actividad declararon su insolvencia, lo cual dio lugar a su liquidación o reorganización y a la pérdida de 174.000 empleos.
Ludovic Subran, economista jefe de Euler Hermes, dijo que para detener este problema hace falta un crecimiento sostenido de, por lo menos, uno por ciento del Producto Interno Bruto y en 2014 Francia solo alcanzará un alza de 0,6 a 0,8 puntos.
Ello significa, precisa la investigación, que 12.790 firmas depositaron ante las autoridades su declaración de insolvencia ante la incapacidad de hacer frente a sus obligaciones.
La cesación de pagos fue superior en julio, con 5.400 casos, mientras en septiembre hubo una ligera mejoría, sin que eso signifique la inversión de la tendencia, precisa el reporte del instituto Altares.
Según el documento, la situación es similar a la ocurrida en 2009, cuando Francia sufrió los peores efectos de la crisis global de la economía.
El fenómeno afecta con mayor dureza a las empresas con 10 asalariados como promedio, seguidas por las de mediana y pequeña envergadura, que dan empleo a unos 50 trabajadores. Por sectores el más dañado es el de la construcción y mantenimiento, donde se reportó el mayor número de bancarrotas, y a continuación están los establecimientos comerciales de tamaño modesto.
El grupo Altares señala, además, que los procedimientos de salvaguarda, es decir el conjunto de medidas para apoyar a las entidades que aún no han caído en quiebra, crecieron en 11 por ciento en el tercer trimestre.
A principios de mes un estudio diferente, realizado por la firma Euler Hermes, señaló que desde enero unas 62.000 empresas de servicios de diverso tamaño y actividad declararon su insolvencia, lo cual dio lugar a su liquidación o reorganización y a la pérdida de 174.000 empleos.
Ludovic Subran, economista jefe de Euler Hermes, dijo que para detener este problema hace falta un crecimiento sostenido de, por lo menos, uno por ciento del Producto Interno Bruto y en 2014 Francia solo alcanzará un alza de 0,6 a 0,8 puntos.
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