domingo, 13 de octubre de 2013

El G-20 presiona a EEUU para que evite el incumplimiento de deuda

WASHINGTON.- Funcionarios de finanzas de las mayores economías del mundo presionaron a Estados Unidos para que evite una potencialmente devastadora cesación de pagos y prometieron proceder con cautela cuando llegue el momento de normalizar la política monetaria.

Un comunicado emitido al finalizar una reunión de ministros de Finanzas y banqueros centrales aseguraron que Estados Unidos "necesita tomar una acción urgente para abordar las incertidumbres fiscales de corto plazo".

El Gobierno federal estadounidense ha estado parcialmente cerrado desde el 1 de octubre en medio de un estancamiento presupuestario entre los republicanos en el Congreso y la Casa Blanca. Los republicanos también han rehusado elevar el límite de endeudamiento del país de 16,7 billones de dólares.

Funcionarios a nivel mundial han advertido que si el Congreso no logra elevar el techo de la deuda se podrían generar estragos en la economía mundial.

Anton Siluanov, ministro de Hacienda de Rusia -país que preside el G-20 este año-, dijo que la referencia en el comunicado del grupo expresa el "deseo general de una solución rápida al problema".

Líderes republicanos presentaron el jueves un plan para autorizar un incremento de corto plazo en el límite de endeudamiento de Estados Unidos, generando esperanzas de que se alcance un acuerdo el fin de semana. La Casa Blanca y los legisladores todavía tenían problemas para resolver los detalles de la propuesta.

"Nuestros colegas estadounidenses están haciendo todo lo posible para alcanzar un entendimiento mutuo o acuerdo con el Congreso", aseveró Siluanov a periodistas.

Resolver el punto muerto es crucial para una economía mundial que el G-20 dijo está mostrando señales de mejoría, pero aún enfrenta "riesgos a la baja".

Es probable que mantener ese impulso de crecimiento incluso más desafiante mientras los más importantes bancos centrales inician una reducción de sus estímulos monetarios lanzados durante la crisis financiera global del 2007-2009.

La perspectiva de que la Reserva Federal estadounidense reduzca sus estímulos para finales de año asustó a los mercados mundiales este año y llevó a que algunos países en desarrollo cayeran en una turbulencia a medida que la fuerte liquidez que inundó sus mercados comienza a drenarse.

El G-20 prometió "asegurar que los futuros cambios en las políticas continuará siendo cuidadosamente calibrado y claramente comunicado", agregando que los fuertes cambios en los flujos de inversión se mantienen como "un importante desafío".

Los mercados emergentes, que en los últimos años se han expandido mucho más rápido que los países desarrollados, siguen siendo importantes conductores del crecimiento global, según el G-20.

"Hace un tiempo había un exceso de exuberancia y ahora quizás hay un exceso de pesimismo", dijo el jefe del Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, en un comunicado preparado para un discurso que fue emitido en una reunión el sábado entre funcionarios de Finanzas.

"Brasil y muchas economías emergentes en general están una posición mucho más fuerte que la habitualmente descrita para afrontar la actual turbulencia de transición", aseveró.

Sin embargo, durante el encuentro del viernes la mayor parte del foco se mantuvo en el estancamiento político sobre el límite de endeudamiento estadounidense.

Siluanov, en una conferencia de prensa tras la reunión, dijo que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, abandonó más temprano la reunión para participar en las negociaciones entre el presidente Obama y los republicanos del Congreso.

Los principales índices bursátiles de Wall Street mantenían un repunte el viernes, tras sus mayores ganancias en nueve meses en la víspera, ante las señales de progreso en las conversaciones sobre la deuda.

Pero también habían señales del caos que se podría producir si Washington incumpliera el pago de sus obligaciones.

Bancos y fondos del mercado monetario están evitando algunos bonos del Tesoro estadounidense que normalmente son utilizados como garantía para préstamos de corto plazo, una señal de que el punto muerto sobre el techo de la deuda podría interrumpir una fuente clave de financiamiento diario en el sistema financiero.

Algunos de las más severas advertencias hacia Washington provinieron de los mayores tenedores de deuda pública estadounidense.

"Ellos deberían tener la sabiduría para resolver este problema tan pronto como sea posible", dijo Yi Gang, el segundo en la línea de mando del Banco Central de China.

China es el mayor poseedor de bonos del Tesoro, con activos por 1,2 billones de dólares, seguido por Japón.

"El problema tiene que despejarse pronto porque Estados Unidos está en una posición en la que puede arrastrar al resto de la economía mundial", dijo el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda.

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