LONDRES.- La ausencia de inflación y las pobres
perspectivas de crecimiento alimentan la actual guerra de divisas cuando
los países ven la posibilidad de exportar más devaluando su moneda, por
lo que a EEUU le interesa un dólar débil y no hará nada para salvarlo,
según sostiene el responsable global de análisis de divisas del banco
HSBC, David Bloom.
"Está claro que a EEUU le interesa un dólar débil. Ellos no lo van
a salvar: nuestro dólar, vuestro problema", señala Bloom, quien
advierte de que "el dólar se está erosionando" y llegará un día en el
que caerá, aunque no se sabe cuándo.
"Estamos golpeando la divisa todo el tiempo y poco a poco se está
erosionando, hasta que un día, con el tiempo, se venga abajo", afirma el
experto, que, sin embargo, advierte de que, en la actualidad, lo que
podría ocupar el lugar del dólar en la economía mundial "se llama
desastre. Y ese es el problema".
"Ahora mismo, no hay nada, salvo un desastre, que pueda reemplazar
al dólar, pero si esperamos 10 ó 15 años vamos a tener un euro y un
yuan muy robustos", añade.
En este sentido, el directivo de HSBC subraya su confianza en la
supervivencia a largo plazo del euro, así como en su estabilización y en
su cada vez mayor uso cuando la región supere los problemas de los
últimos años.
Por otro lado, el responsable de análisis global de divisas de la
entidad británica prevé que el dólar se revalorice cuando la Reserva
Federal de EEUU anuncie el comienzo de la retirada de sus medidas de
estímulo ('tapering'), cuyo efecto al alza sobre la divisa puede verse
aumentado si además se alcanzara un acuerdo sobre el techo de deuda y
los presupuestos.
Respecto a la actuación de la Fed, Bloom considera que lo más
probable es que Ben Bernanke, cuyo mandato al frente del banco central
estadounidense expira el próximo 31 de enero, abandone la entidad sin
dar comienzo a la retirada de estímulos y sea su previsible sucesora,
Janet Yellen, la que lleve a cabo este 'tapering'.
"Si la Fed finalmente anuncia el tapering, creo que el dólar
subirá. Además, si se logra un acuerdo sobre el techo de deuda en EEUU y
hay negociación presupuestaria, tendríamos otras dos razones más por
las que el euro se podría debilitar", apunta
En cuanto al Banco Central Europeo (BCE), el experto considera que
una de las motivaciones tras la rebaja de tipos en noviembre fue que el
euro había escalado hasta la cota de los 1,38 dólares, lo que
dificultaba el entorno para las compañías europeas, por lo que opina que
la institución presidida por Mario Draghi dificilmente permitirá a la
moneda europea alcanzar niveles muy por encima de los 1,35 dólares.
"El euro alcanzó los 1,38 dólares y estaban muy preocupados (...)
No creemos que el BCE vaya a permitir que el euro vaya muy por encima de
1,35 dólares", apunta Bloom.
En este sentido, señala que una apreciación de euro hasta los 1,40
dólares "es un problema", mientras que si la moneda común llegara a
superar los 1,45 dólares "será un gran problema".
"Creo que, si hablamos de un tipo adecuado, pienso en 1,25 dólares
como el cambio apropiado para el largo plazo, en algún lugar entre 1,25
y 1,30. Nunca creímos en la ruptura de la zona euro, pero tampoco
creemos en un milagro económico", afirma el estratega de HSBC.
De este modo, el experto advierte de que, a pesar del "cambio
brusco" a mejor registrado en el último año en la percepción de los
mercados hacia la zona euro, la región "está lejos de la normalización" y
advierte de que no todos los países pueden crecer más incrementando sus
exportaciones al mismo tiempo.
"Hace un año, si decías que la eurozona no se estaba
desintegrando, te encontrabas con una sala llena de gente gritándote;
ahora, les dices que no te gusta la renta variable europea y todos
gritan que es fantástica", dice Bloom.
Este giro de 180º se explica en primer lugar, según el directivo,
por las declaraciones de Draghi en julio de 2012, cuando aseguró que el
BCE haría todo lo necesario para preservar el euro, que posteriormente
se vieron reforzadas por el apoyo de la entidad a las empresas europeas,
lo que genera expectativas de rentabilidad de estas compañías y sirve
para impulsar al euro.
"No estamos muy seguros sobre las políticas de Draghi. Él dice que
tiene un arsenal y muchas armas. Pero nos cuesta entender lo que son. Y
el mayor problema es que la gente se está poniendo alcista en renta
variable europea, lo que significa que quieren comprar euros", apunta
Bloom.
En este sentido, advierte de que existen dudas acerca de si la
recuperación observada en la zona euro es cíclica, estructural o una
verdadera recuperación. "Hemos visto tantas falsas recuperaciones que
estamos muy asustados como para decir que esta es la normalización en
toda regla", apunta Bloom.
"¿Cómo podríamos tener normalización cuando los japoneses están
imprimiendo 65.000 millones, la Fed está imprimiendo 85.000 millones y
el BCE está recortando los tipos y haciendo LTRO, hay rebajas de tipos
en Suecia, deflación en Suiza? ¿Esto parece normal? No me parece
normal", añade.
Asimismo, Bloom advierte de que en una coyuntura como la actual,
de falta de inflación y bajo crecimiento global, los países han visto la
posibilidad de exportar más mediante la devaluación de sus divisas y el
problema es que todos han tomado esta medida, lo que es perjudicial
para la economía global. "No todos podemos tener crecimiento a través de
las exportaciones simultáneamente", afirma.
"Todo esto demuestra que hay dos tipos de inversores: los de
memoria cortoplacista y los que directamente no tienen memoria",
concluye Bloom.
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