MADRID.- El Fondo Monetario Internacional pidió al Banco de España que extienda en un año hasta 2014 su
recomendación a la banca de limitar el pago en efectivo de dividendos a
un 25 por ciento del beneficio consolidado y recomendó además que la
directriz se convierta en obligatoria.
"Esta recomendación es bienvenida y podría ser ampliada
razonablemente a 2014; a este respecto debería considerarse ampliar la
capacidad del Banco de España de limitar (más que simplemente
recomendar) el pago de dividendos, bajo una base micro o
macroprudencial", dijo el FMI como parte de las conclusiones de su
cuarta visita para valorar el plan de asistencia financiera a la banca
española.
En 2012, España solicitó a sus socios europeos una línea de
crédito de hasta 100.000 millones de euros, de los que ha utilizado
41.300 millones para sanear al sector financiero. El FMI ha actuado como
asesor en el programa de rescate a la banca española, instrumentado por
Bruselas y el Banco Central Europeo.
Es un momento en el que el capital se ha convertido en uno de los principales caballos de batalla del sector financiero en España y en Europa antes de que el sector encare las pruebas de resistencia en 2014 para evitar un deterioro de ese capital.La medida de limitar la remuneración del accionista forma parte de las preocupaciones de las autoridades para que el fortalecimiento de capital por parte de las entidades se centre en mejorar el capital nominal (ampliaciones de capital incluidas y recorte de costes) y no se haga a costa de penalizar la concesión de la actividad crediticia.
Además, el FMI consideró útiles las negociaciones de las autoridades españolas para preservar como capital de máxima calidad una parte de los alrededor de 50.000 de activos fiscales diferidos (DTAs, por sus siglas en inglés) a través de su conversión parcial en créditos fiscales avalados por el Estado.
"No obstante, será importante asegurar que esto se vea acompañado por otras actuaciones por parte de los bancos para fortalecer sus balances y que las implicaciones fiscales sean menores", dijo el FMI.
A diferencia de los activos fiscales diferidos, que son deducciones fiscales pendientes de aplicación que se originan cuando una entidad se anota un gasto que le genera pérdidas o resta beneficio que no es fiscalmente deducible en ese momento pero sí en el futuro, los créditos fiscales no penalizan a efectos de capital.
Es un momento en el que el capital se ha convertido en uno de los principales caballos de batalla del sector financiero en España y en Europa antes de que el sector encare las pruebas de resistencia en 2014 para evitar un deterioro de ese capital.La medida de limitar la remuneración del accionista forma parte de las preocupaciones de las autoridades para que el fortalecimiento de capital por parte de las entidades se centre en mejorar el capital nominal (ampliaciones de capital incluidas y recorte de costes) y no se haga a costa de penalizar la concesión de la actividad crediticia.
Además, el FMI consideró útiles las negociaciones de las autoridades españolas para preservar como capital de máxima calidad una parte de los alrededor de 50.000 de activos fiscales diferidos (DTAs, por sus siglas en inglés) a través de su conversión parcial en créditos fiscales avalados por el Estado.
"No obstante, será importante asegurar que esto se vea acompañado por otras actuaciones por parte de los bancos para fortalecer sus balances y que las implicaciones fiscales sean menores", dijo el FMI.
A diferencia de los activos fiscales diferidos, que son deducciones fiscales pendientes de aplicación que se originan cuando una entidad se anota un gasto que le genera pérdidas o resta beneficio que no es fiscalmente deducible en ese momento pero sí en el futuro, los créditos fiscales no penalizan a efectos de capital.
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